Francisco González Bocanegra no supo cuán proféticas serían sus palabras cuando componía el Himno Nacional Mexicano. Septiembre es, para México, no solo el Mes de la Patria, es también mes de temblores y de gran magnitud.
Más aún, el 19 de septiembre, desafiando todas las leyes de las probabilidades, se ha incrustado ya en la memoria de las y los mexicanos como una fecha en la que “retiembla en sus centros la tierra”, a veces, con consecuencias fatales.
Desde la dolorosa tragedia que cimbró a México el 19 de septiembre de 1985 con un terremoto de 8.1 en la escala de Richter, este fenómeno se ha repetido, en esta misma fecha, dos veces más: en 2017 y 2022.
El territorio mexicano se encuentra ubicado entre cinco placas tectónicas: la del Caribe, la del Pacífico, la de Norteamérica, la Rivera y la de Cocos. Por ello, es un territorio sísmico. Se presentan en este país entre 40 y 60 sismos por día, son movimientos de poca magnitud por lo que la mayoría son imperceptibles.
Aunque los científicos dicen que no hay propiamente un mes “de temblores” y estos fenómenos no se pueden predecir, septiembre pareciera empeñarse en sacudir a México. Desde 1985, se han registrado en este noveno mes del año seis sismos con magnitud mayor a 7.
Cronológicamente, estos eventos así han sucedido: el 19 y 20 de septiembre de 1985 en las costas de Michoacán y Guerrero se registraron sismos de magnitudes 8.1 y 7.6, respectivamente, que dejaron un número impreciso de muertos y heridos: las cifras oficiales dicen 3,192 personas sin vida, pero los cálculos de organizaciones civiles señalan que fueron cerca de 20,000.
El 7 de septiembre de 2017 en el centro de México se registró un temblor de magnitud 8.2 que dejó 99 personas fallecidas y el 19 de septiembre uno de 7.1 con epicentro entre Puebla y Morelos que dejó 370 muertos, 228 de ellos en la Ciudad de México.
Cuatro años después, de nuevo el 7 de septiembre, pero de 2021, en las costas de Guerrero se registró un temblor de magnitud 7.1 y, el más reciente de esta magnitud, en 2022, otra vez el 19 de septiembre ocurrió un sismo de 7.7 en la escala Richter; el epicentro fue en las costas de Michoacán, frente a la población de Coalcomán y se sintió en la Ciudad de México, Hidalgo, Guerrero, Puebla, Morelos, Jalisco, incluso en la región sur de Chihuahua. Este sismo, afortunadamente, solo dejó 3 muertos ese día y 2 más la réplica del 22 de septiembre.
91 años antes, junio fue trágico
Y aunque estos eventos permanecen más frescos en la memoria, las de septiembre no son las únicas tragedias provocadas por temblores en nuestro país. El 3 de junio de 1932, en las costas de Jalisco y Colima, se registró el terremoto de mayor magnitud de todo el siglo XX. El sismo alcanzó 8.2 en la escala Richter, cobró la vida de 400 personas y destruyó la ciudad de Colima, según el registro histórico de sismos publicado por el Servicio Sismológico Nacional (SSN).
Ese mismo año, tan sólo unos días después, el 18 de junio, otro movimiento telúrico se sintió en el interior de Colima y Guadalajara, causando daños adicionales y el 22 del mismo mes, un sismo más pequeño, de magnitud 6.9, generó un tsunami devastador que destruyó un tramo de 25 km de costa y cobró la vida de, al menos, 75 personas en Cuyutlán, Colima.
En Sonora también cuenta muertes por sismo
En Sonora, el terremoto histórico de mayor magnitud ha sido el percibido el 3 de mayo de 1887; se sintió desde Agua Prieta hasta el puerto de Mazatlán, según crónicas de la época. En unos cuantos segundos, este terremoto convirtió en ruinas el pueblo de Bavispe, causando la muerte a 42 de sus habitantes y dejando 29 heridos. Estudios recientes han calculado que el sismo tuvo una magnitud de 7.6 y la longitud de la falla de ruptura se estimó en 102 km.
Pero, sin duda, contraviniendo cualquier argumento científico que asegura que no hay relación entre los sismos y las fechas en que han coincidido, en México, el 19 de septiembre se ha instituido como Día Nacional de la Protección Civil y debería ser también considerada una fecha patria, porque en tres ocasiones ha sido un día en el que retiembla en sus centros la Tierra y de nuevo surgen los héroes por todos lados: hombres, mujeres, jóvenes, adultos y hasta mascotas que demuestran valor para seguir dando patria al pueblo mexicano.