Por Germán Lohr
Ampliamente recomendarle analizar el nuevo libro del consultor internacional Manuel Hinds En defensa de la democracia liberal y lo que realmente se necesita para sanar esta América dividida ante el ambiente recesivo que se nos aproxima.
Sabemos que el autor posee valiosas cartas credenciales en organismos financieros internacionales como el BID, FMI, Banco Mundial al igual que experiencia gubernamental como ministro de Finanzas en el Salvador.
Con varios libros en su haber, no se diga sesudos artículos y análisis en la academia, con suficiente formación teórico-práctica algo muy escaso por cierto en países de la América Latina.
Lo anterior no hay duda le permite abordar con bastante claridad y lucidez los procesos históricos en la materia al menos de los últimos 100 años que aclara, tienen varias similitudes con la época actual, me explico.
Seguimos padeciendo el mismo dolor en cuanto a la situación tan desigual de la riqueza y del ingreso sin olvidar que tanto la pobreza como la migración persisten en unos lugares más que en otros, pero en su gran mayoría la divisa común es la polarización y el desencanto de la democracia liberal.
Vaya clase de historia que el autor reseña desde las épocas de la revolución industrial aterrizando en la actual de la disrupción tecnológica y del conocimiento esto es de la conectividad y la mente de obra que ha golpeado al mercado laboral y los negocios para bien y para mal.
He ahí uno de los asuntos a corregir sobre todo para economías como la nuestra la cual debe apalancar la inversión en capital humano más que en fierros a fin de no continuar rezagándonos y ampliando las brechas como hasta ahora.
El corte de caja en el sentido de lo bueno, lo malo y lo feo de la globalización es abordado con maestría y soltura al igual que los contextos por país. Uno de ellos en los Estados Unidos donde -con Trump- se polarizaron las cosas en materia de proteccionismo, enojo, caída de salarios y desempleo en zonas económicas manufactureras con población blanca.
Ano dudar vivimos una encrucijada donde debemos no echar abajo la globalización, como tampoco los cambios tecnológicos por más disruptivos que estos sean.
Al contrario, necesitamos -sostiene el autor- adoptarlos cuanto antes y adaptarnos lo más rápido posible a ellos. Y es que no es con ayudas sociales únicamente como se deben abordar para crecer estos asuntos.
Son buenas las ayudas y los subsidios en cuando intentan resolver la pobreza o la desigualdad, pero son a todas luces insuficientes más aún con la reciente pandemia de Covid-19.
Por otra parte, vale la pena conocer la opinión del autor en nuevos conceptos relacionados con las sociedades uní y multidimensionales donde en estas últimas hay mayor participación del individuo a diferencia de las primeras que son más autoritarias.
La democracia liberal y la participación directa viven retos y desafíos tanto en países avanzados como en desarrollo en todo el mundo y no es pues privativo de nuestro continente.
Los desafíos en corrupción, racismo, pobreza creciente, desempleo, violencia y migración por citar algunos cuantos son el pan nuestro de cada día y no hay que sustraernos.
Lo mismo el hecho de analizar la evolución de la democracia en el mundo en Europa, Estados Unidos o Rusia nos permiten conocer cómo funcionan la división de poderes, el estado de Derecho no se diga la justicia que tanto influye en el bienestar de las personas.
En pocas palabras un buen diagnóstico al igual que riqueza de ideas y propuestas que conviene conocer y discutir si queremos obtener beneficios de lo que está pasando en la actualidad que nos obliga a gastar más en Educación y Salud para empezar.
Necesitamos responder no con recetas del pasado a lo que vivimos hoy si realmente deseamos cambiar el ambiente que nos toca presenciar tan lamentable en estos planos, lectura obligada.
He dixi