Fuertes lluvias azotaron el martes Emiratos Árabes Unidos, inundaron tramos en las principales autovías y dejaron autos abandonados en las calles de Dubái. Por otra parte, la cifra de fallecidos en las intensas inundaciones que afectan al vecino Omán subió a 18 personas, con varias más desaparecidas.
Los aguaceros comenzaron durante la noche y dejaron enormes charcos en las calles, mientras los potentes vientos alteraron el funcionamiento del Aeropuerto Internacional de Dubái, el más transitado del mundo para vuelos internacionales y sede de la aerolínea de larga distancia Emirates.
Policías y equipos de emergencia manejaban lentamente por las anegadas calles, con las luches de emergencia iluminando la oscura mañana. Los relámpagos cruzaban el cielo y rozaban ocasionalmente la cima del Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo.
La mayoría de las escuelas de Emiratos, una federación formada por siete reinos, permanecieron cerradas y los empleados gubernamentales trabajaban desde sus casas en la medida de lo posible. Muchos trabajadores no acudieron a sus puestos pero algunos que se aventuraron a salir, con la mala suerte de que sus autos quedaron varados en el agua acumulada en algunas zonas.
Las autoridades movilizaron camiones cisterna para retirar el agua acumulada en carreteras y autovías.
La lluvia es un fenómeno inusual en Emiratos, una nación árida de la Península Arábiga, pero suelen registrarse periódicamente durante los meses más fríos de invierno. Muchas carreteras y otras zonas carecen de sistema de drenado debido a la ausencia de lluvias, lo que provoca inundaciones.