Este fin de semana, miles de sonorenses están mandando a descansar a Susana, aumentando así el riesgo de enfermarse, justo cuando nos encontramos en la etapa de mayor contagio, según las autoridades estatales y federales.
Este domingo es Día de las Madres, desde el viernes se pudo ver cómo las calles de nuestras ciudades se volvieron a llenar de carros y los centros comerciales que permanecen abiertos abarrotados.
Y es que a la etapa de mayor contagio se le suman dos cosas: el hartazgo de la gente por el encierro y el 10 de mayo.
Es mucha la incertidumbre, por la salud y por la economía, que de algún modo es una forma de mantener la salud.
En fin, que vamos por partes. Queda claro que el llamado a quedarse en casa ya convenció a los que tenía que convencer, a los que no a esos habría de hacerles un llamado distinto, quizá similar al que están haciendo las agencias de publicidad en la capital del país.
Hay personas que con todo y que temen el contagio, les ha ganado el estrés del encierro y empiezan a buscar pretextos para salir de casa. El 10 de mayo ha sido uno que les queda como anillo al dedo, ahora que anda de moda la frase.
El sector económico está muchísimo muy estresado, aunque muchos no se atrevan a decirlo esa es la verdad y en el gobierno del estado lo saben.
Mantener cerrados tantos negocios provoca la quiebra, la falta de liquidez, la pérdida de empleos y eso tampoco lo quiere nadie.
No es casual, es con el timing adecuado, el anuncio hecho por la gobernadora Claudia Pavlovich Arellano para iniciar la reactivación económica del estado, dando como fecha entre el 16 y el 22 de mayo.
Y es que la gente no aguanta, ni el encierro ni la crisis que esto ha provocado.
Por eso el anuncio de la Gobernadora sale justo a tiempo, da un respiro y genera una expectativa positiva en el sector comercial, en la economía en general, detenida hoy por la emergencia sanitaria.
Ahora iremos conociendo los detalles de ese plan que tiene que ver por la salud de las personas, pero también por la de las empresas, por la conservación de los empleos.
Los llamados a la unidad deben darse desde lo local, hacia todos los sectores porque todos vamos a necesitar de todos.
No son horas de andar abriendo frentes, sino de crear uno que sea común porque apenas así la podremos librar.
No esperemos un llamado a la unidad de otros lados nomás no va a llegar, eso queda claro y más allá de entrar en esos debates ternos, mejor pongamos manos a la obra antes de que esto se nos desmorone en las manos.
