Apoco menos de dos años para que arranque el Mundial del 2026, mismo que atraerá a millones de personas de todo el mundo, los cuestionamientos han comenzado a surgir en torno a la seguridad que ofrecerán los tres países sede: Estados Unidos, México y Canadá, en el nuevo formato que ahora contará con 48 naciones, es decir, 16 selecciones más que en la última edición (Qatar 2022).
Este debate sobre la seguridad se ha generado debido a los incidentes que se suscitaron previo a la final de la Copa América entre Argentina y Colombia, en el Hard Rock Stadium de Miami, donde la vigilancia del recinto no pudo contener los disturbios desatados por gente que no contaba con boleto para ingresar.
La Copa América ha evidenciado la endeble seguridad de los estadios en Estados Unidos; incluso antes de lo sucedido en la final, en el partido entre Uruguay y Colombia, los jugadores charrúas se brincaron a las gradas con gran facilidad, logrando así, agarrarse a golpes con un grupo de seguidores colombianos.
En 2016, cuando Estados Unidos fue sede de la edición de la edición Centenario, los conatos de bronca en las tribunas no estuvieron exentos; incluso, cada vez que la Selección Mexicana se presenta en territorio norteamericano, con frecuencia se dan los conatos de bronca.
No solo el futbol ha sido el deporte en el que se concentran los problemas, también los ha habido en otros eventos de la NFL y NBA, MLB; sin embargo, lo que es una realidad, es que la seguridad no se había visto rebasada como el domingo en Miami, cuando miles de personas expusieron su vida. Esta fue una fuerte llamada de atención a los organizadores de dicho evento, y también a la FIFA, que como rector del futbol en el mundo, es una de las primeras cosas que considera cuando elige la sede del próximo Mundial.
SE ECHAN LA BOLA. La mañana de ayer, lunes, la Conmebol, confederación encargado de regir al futbol de Sudamérica, publicó un comunicado, en el que se deslindó por completo de los sucedido en la final, argumentando que al suscitarse en las inmediaciones del Hard Rock Stadium de Miami, es responsabilidad de las personas que lideran la vigilancia en el inmueble.
“Ante esta situación, Conmebol estuvo sujeta a las decisiones que tomaron las autoridades del Hard Rock Stadium, acorde a las responsabilidades contractuales establecidas para la operación de seguridad”.
Además de las disposiciones determinadas en dicho contrato, Conmebol recomendó a dichas autoridades los procedimientos probados en eventos de esta envergadura, los cuales no fueron tomados en cuenta”, se lee en el comunicado.
Pese a que el futbol ha ido ganando seguidores (en MLS) con el paso de los años, no está cerca de la convocatoria que tienen eventos como en la NFL, MLB y NBA, por lo cual, se convierte en un grave problema a la hora de dimensionar la seguridad que requiere un evento con seguidores de una cultura muy diferente para “vivir los partidos”. Estados Unidos albergará 78 partidos en 11 ciudades anfitrionas.