A pesar de que muchos expertos auguran que México puede ser uno de los mayores beneficiarios del fenómeno de relocalización de inversiones o “nearshoring”, la realidad es que nuestro país está fuera del grupo de naciones más atractivas para invertir en el mundo.
La consultora internacional Kearney presentó la semana pasada su Índice de Confianza de Inversión Extranjera Directa (IED) 2023, en donde por cuarto año consecutivo México no figura dentro de la lista de las 25 economías más atractivas para atraer inversiones a nivel global.
Es importante aclarar que en 2017 y 2018 México llegó a ocupar la posición 17 en este ranking, pero para 2019 cayó al lugar 25 y a partir del 2020 dejó de figurar en este índice.
Como “consolación”, Kearney publicó por primera vez un ranking exclusivo para países emergentes, donde ahí México sí figuró en la posición 8 de 25 naciones, por debajo de Hong Kong, India, Emiratos Árabes, Qatar, Tailandia, Arabia Saudita y Brasil.
El Índice de Confianza de IED es una encuesta anual aplicada a altos ejecutivos de las principales corporaciones del mundo, la cual clasifica a los mercados que probablemente atraerán los mayores flujos de inversión durante los próximos tres años.
Así, las clasificaciones de países se calculan con base en preguntas sobre la probabilidad de que las empresas de los ejecutivos encuestados realicen una inversión directa durante los próximos años.
El ranking 2023 estuvo liderado por Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania y Reino Unido. Ningún país de América Latina figuró este año en el listado.
En general, la encuesta de 2023 vuelve a demostrar la preferencia de los inversores por los mercados desarrollados, que representan 19 de los 25 países del Índice.
Además, el cuestionario advierte que ha aumentado el optimismo de los inversionistas, sin embargo, éstos aún se muestran cautelosos antes de decidir a dónde enviar su capital.
A pesar del potencial de negocios que existe, para los altos ejecutivos de compañías globales, aún hay focos de preocupación como el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Desde su creación en 1998, los países clasificados en el Índice de Confianza de IED de Kearney se han mantenido muy cerca de los principales destinos de los flujos reales de inversión en los años siguientes.
Por lo tanto, a nivel macro, este índice es un predictor relativamente razonable de hacia dónde irán los flujos de Inversión Extranjera Directa en los próximos tres años.
Por ello, es muy preocupante que desde hace 4 años México no figure en este ranking, siendo que en el año 2003 llegó a ocupar la tercera posición, solo por debajo de China y Estados Unidos.
¿En qué debemos poner atención para que los inversionistas vuelvan a tomar en cuenta a México? La encuesta señala los factores más importantes que se valoran para invertir en países emergentes como el nuestro.
Son algunos: Inestabilidad política, entorno regulatorio, calidad de la infraestructura, disponibilidad de talento especializado, capacidades tecnológicas, desafíos para mover el capital humano dentro y fuera del país, costo de la mano de obra, ausencia de incentivos gubernamentales para los inversionistas y volatilidad macroeconómica.
En particular, para que México aproveche el “nearshoring” y sea más atractivo para la inversión extranjera, es necesario que el país trabaje más en la generación de energías limpias, capacitar a la población en materia de las nuevas tecnologías, así como en infraestructura de movilidad y seguridad.
Adicionalmente, son necesarios mayores espacios para parques y naves industriales a fin de asegurar la llegada de nuevas empresas. Esta es una carencia de la que particularmente adolece Sonora.