La encuesta realizada por la National Sleep Foundation, NSF, revela que las mujeres que duermen mal tienen mayor posibilidad de enfermar que los hombres; las consecuencias de no dormir bien son diabetes, depresión, ansiedad, problemas cardiacos y sobrepeso.
La investigación publicada por Web MC indica que dos tercios de las mujeres que fueron entrevistadas tienen problemas de sueño, al menos, dos noches a la semana, lo que refiere hábitos poco saludables que afectan su salud y que acortan su vida en comparación con los hombres.
NSF señala que 67% de las encuestadas tienen problemas para dormir ocasionalmente, mientras que 46% lo señala como un problema que ocurre casi todas las noches.
El estudio arrojó que los problemas de sueño pueden traer las siguientes consecuencias a la salud de las mujeres, como diabetes tipo 2 pues la falta de sueño afecta la tolerancia a la glucosa en hombres y mujeres, solo que las mujeres tienen más probabilidades de tener niveles más altos de azúcar e insulina.
El aumento de peso también las afecta más a ellas pues aumenta el apetito; además, estar dando vueltas en la cama acarrea horas perdidas que pueden ocasionar sentimientos de ira, hostilidad y en el caso de las mujeres, en depresión.
No dormir bien puede provocar hipertensión por los altos niveles de proteína C reactiva que se generan y se convierten en presión arterial alta y problemas cardiacos.
Pero, ¿a qué se deben las diferencias en el sueño basadas en el sexo?, desde la producción de hormonas hasta las disparidades sociales y culturales influyen en el sueño, otros factores enmarcan la predisposición a ciertos problemas de salud física o mental.
Hay que saber que la naturaleza acentúa el insomnio en las mujeres y sus dinámicas de sueño en el curso de su vida se ve afectada por el ciclo menstrual, el embarazo y los cambios hormonales que representa y el postparto al tener que despertar con frecuencia para alimentar o cuidar a su hijo.
Por si esto no fuera suficiente, la menopausia es otro factor que afecta el sueño de las mujeres, ¡alrededor del 60% lo ha padecido!, los sofocos y sudores nocturnos afectan al 85% de ellas y en consecuencias, tienen interrupción del sueño y dificultad para conciliarlo.
Las sugerencias de la National Sleep Foundation para combatir el insomnio y prevenir enfermedades crónico degenerativas son: intentar tener un horario de sueño constante, en días normales, festivos y fines de semana; tener límites para el consumo de alcohol y cafeína, por lo menos en el período previo a la hora de acostarse; se sugiera consumir tés relajantes.
El teléfono celular, la computadora y la televisión, todo lo que tenga pantalla es un enemigo para conciliar el sueño, así que hay que dejarlo al menos una hora antes de acostarse y sustituir esta actividad por una rutina de cuidado de la piel y técnicas de relajación como masajes que incluyan aceites corporales y aromaterapia.
El espacio en el que descansamos también debe ser acogedor, por lo que se recomienda tener un buen colchón, ropa de cama de calidad, temperatura agradable y disminuir la luz y el sonido, incluso, si es necesario se recomienda usar tapones para los oídos y tapar las luces que pueda emitir la televisión.
Fuente forbes.com.mx