Quien no se cansa de evidenciar que el oxígeno político se le termina, es el senador de Morena Napoleón Gómez Urrutia.
Esta vez utilizó nuevamente la sala de conferencias de prensa del Senado para lanzarse una vez más contra Grupo México, haciendo eco del dudoso estudio (informe, le llamaron) presentado hace días por Semarnat sobre el río Sonora.
No conformes con la cantaleta ante los medios, este miércoles Napoleón Gómez Urrutia y José Narro Céspedes informaron que suscribieron un punto de acuerdo para exhortar a las secretarías de Gobernación, Economía y del Trabajo y Previsión Social, para que se atiendan las huelgas mineras vigentes.
Napito sostuvo que desde el 30 de julio de 2007 Grupo México decidió unilateralmente dejar de respetar los derechos de los trabajadores y desconocer al sindicato nacional y local.
Pero lo que no dice este pseudo “líder” minero es que la empresa sí cumplió en su momento y que quien se quedó con el dinero que correspondía a los trabajadores es precisamente él, huyendo a Canadá para escapar de la justicia.
Ya lo hemos comentado en este espacio, el activismo de Gómez Urrutia es directamente proporcional al tiempo que le queda al sexenio del presidente López Obrador.
Y está haciendo hasta lo imposible por sacar raja para su causa, ya sea para reelegirse (cosa que cada vez se antoja más complicada por cómo se está dando la correlación de fuerzas al interior de Morena) o bien para hacer uso de su segunda nacionalidad y regresar a Canadá dejando nuevamente a “sus representados” con la víbora chillando.
No nos extrañe que las acciones de Gómez Urrutia y sus más cercanos líderes mineros doblen las apuestas con acciones de protesta en Sonora, sin importarles estrangular la vida económica del estado y meter en problemas al gobernador Alfonso Durazo.
Al tiempo…
INTERESANTE DATO
Ayer durante un panel de análisis del Encuentro de Negocios que organiza CANACINTRA, surgió un dato interesante que ayudaría a entender por qué la planta tratadora de aguas residuales de Hermosillo podría no estar teniendo toda la utilidad que debería, aunque funciona y se le saca cierto provecho.
Hay una parte del proceso de dicha planta que no se aplica correctamente, al no alcanzar las temperaturas que se requieren en el uso de ciertos químicos utilizados en el proceso de saneamiento de esas aguas residuales.
Y no lo dijo cualquier persona, sino el ingeniero Alfonso Reina, ex presidente de CMIC y dueño de una de las empresas constructoras más sólidas del norte del País.
Pues el dato ahí está para quien lo quiera tomar en cuenta.
Porque no es tema menor ese del agua, hay demasiados argumentos y estudios sólidos que nos indican que sigue siendo una asignatura pendiente en Hermosillo, a pesar de que los números en materia de crecimiento económico de la capital del estado no son nada malos.
La Tijera es un texto confeccionado con recortes que aporta el staff de colaboradores de sergiovalle.mx.
Cuidado con aquel que ande descosido.