Por unanimidad, diputados del Congreso de Sonora aprobaron reformas al Código de Familia, mismo que indicaba que las mujeres tendían que esperar 300 días para volver a contraer matrimonio después de haber divorciado.
La iniciativa presentada por el grupo parlamentario del PRI el 24 de febrero y que fue argumentado por la legisladora Ely Sallard fue bien vista para que la Comisión de Justicia y Derechos Humanos dictaminara reformar el artículo 24.
El Código de Familia indicaba que una mujer divorciada debía dejar pasar 300 días para volver a casarse.
Sallard señaló: “Es una norma totalmente discriminatoria de género, pero además vulnera el derecho a la igualdad entre hombres y mujeres, ya que no debe condicionar a la mujer a esperar 300 días o a someterse a una prueba de embarazo, para poder contraer nuevamente matrimonio”.
La diputada priista señaló que la legislación limita los derechos con la finalidad de saber con certeza si el hijo es de la pareja anterior o de otra persona; situación que quedó fuera de la realidad jurídica de la actualidad pues vulnera los derechos de igualdad entre hombres y mujeres, así como a la dignidad, a la no discriminación, al libre desarrollo de la personalidad; lo que constituye una restricción indebida ya que el estado tiene prohibido interferir en la elección libre y voluntaria de las personas.
Asimismo, quedó asentado que esta norma es violatoria de tratados internacionales de los que México es parte pues la Convención para la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer dice que se asegurarán en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres dé el mismo derecho para contraer matrimonio y los mismos derechos y responsabilidades durante el matrimonio y con ocasión de su disolución.