En un encuentro de casi ocho horas con representantes de ocho colectivos de víctimas, la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra, asumió compromisos clave para priorizar la búsqueda de niñas, niños y adolescentes desaparecidos, atender a víctimas de violencia familiar, fortalecer la comunicación con los colectivos y promover reformas legales que obliguen al Estado a responder eficazmente a las demandas de justicia.
“Antes, cuando ella y su madre, Rosario Ibarra de Piedra, demandaban la presentación con vida de su hermano Jesús Piedra Ibarra, era imposible pensar en reuniones de este tipo”, recordó Piedra, llamando a trabajar juntas para garantizar no solo escucha, sino acción.
Piedra Ibarra enfatizó la necesidad de investigaciones efectivas, acceso a la justicia y una atención más humana por parte de los funcionarios, especialmente en los estados, donde persiste la negligencia institucional.
Frente a los testimonios de madres, padres, hermanos y sobrevivientes de feminicidio y desapariciones, se comprometió a enfrentar “la falta de humanismo y sensibilidad de algunas autoridades encargadas de investigar los delitos, en particular las desapariciones en nuestro país”.
Entre las acciones acordadas están el fortalecimiento del seguimiento jurídico, psicológico y de atención a casos, con acompañamiento directo de la CNDH en aquellos retrasados en los estados; la capacitación obligatoria en derechos humanos para servidores públicos, empezando por los de la propia CNDH, para evitar la revictimización; la creación de rutas específicas a través de oficinas regionales; y el impulso a reformas legales que doten a la CNDH de mayores facultades, como lo establece el artículo 1º de la Constitución desde 2011.
“Trabajar en conjunto para impulsar las reformas legales y constitucionales que garanticen que la CNDH se convierta en una Institución Nacional de Derechos Humanos que realmente cuente con las facultades y los instrumentos necesarios”, destacó.
Yesenia Zamudio, del Frente Nacional Ni una Menos México, exigió mayor rapidez en casos como el feminicidio de su hija y una comunicación más directa con la CNDH.
Carlos David Molina Rodríguez, familiar de una persona desaparecida, propuso que las investigaciones no se centralicen a nivel nacional, sino que las autoridades estatales también asuman responsabilidad.
Otros colectivos, como el Colectivo Familiares en Búsqueda María Herrera y Buscando Vidas y Justicia por México, denunciaron las amenazas del crimen organizado contra defensores de derechos humanos, solicitando mejoras en el Mecanismo de Protección de la Secretaría de Gobernación.
El diálogo, que incluyó a colectivos como DAFK Siempre en el Corazón AC y Camilo Justicia para Todos, estableció rutas de trabajo específicas para cada caso presentado, marcando un paso hacia una CNDH más cercana a las víctimas y comprometida con su lucha por justicia y verdad.