El Cristo Redentor, uno de los atractivos turísticos de Río de Janeiro y del mundo y otras atracciones como el Cerro Pan de Azúcar, la rueda de la fortuna gigante y el acuario han reabierto al público este sábado.
Fueron cinco los meses que estuvieron inactivos a causa de la pandemia por Covid-19 y ahora, con medidas sanitarias y descuentos se suman a la nueva normalidad del país carioca.
Foto: uncambiodeaires.com
Conscientes de las dificultades sanitarias y de logística que existe para que los extranjeros visiten al país, la estrategia está dirigida a captar el turismo interno, tanto del estado de Río de Janeiro como del resto de Brasil.
Con la campaña “Redescubra Río” llaman a los turistas a visitar y recorrer la ciudad y sus atractivos, con precios especiales y descuentos de hasta 50%.
Los sitios turísticos fueron autorizados a reabrir en Río por la Alcaldía a finales de julio, pero los responsables prefirieron observar la reacción del público en otros sectores como los centros comerciales o las experiencias en otros países, como España y Portugal.
Los responsables de las principales atracciones decidieron actuar conjuntamente y abrir en la misma fecha y con las mismas medidas de precaución.
Foto: panorama.com.ve
Para llegar al Cristo redentor, el tren que sube al cerro del Corcovado funcionará con 50% de su capacidad y toda la flota se desinfectará antes de cada recorrido.
Los microbuses que también llevan hasta el Cristo solo operarán con el 30 % de su capacidad.
Para el cerro de Pan de Azúcar, los teleféricos funcionarán con dos tercios de la capacidad -máximo permitido por las autoridades- y al acuario se podrá entrar sólo por una de sus puertas.
Foto: quehacerenriodejaneiro.com
En la Río Star, la mayor noria o rueda de la fortuna de Latinoamérica, la más reciente atracción de la ciudad, inaugurada apenas en diciembre pasado, solo podrán ingresar cuatro personas a cada una de las cabinas y no las ocho para las que están diseñadas.
De acuerdo con las estimaciones del sector turismo, la crisis de la pandemia dejó pérdidas por unos 80 mil millones de reales (unos 14.814 millones de dólares) en Río de Janeiro y a unas 35 mil personas sin empleo.
Fuente efe y d.elhorizonte.mx
