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RECESIÓN ECONÓMICA, EN PUERTA

por Staff Sergio Valle

A estas alturas del año y con datos oficiales de trimestres anteriores nuestras expectativas de crecimiento económico presentan una desaceleración reconocida por propios y extraños, el Banco de México asegura que el PIB si bien nos va crecerá cuando mucho el 1.5% lejos del 3.2% del año pasado.

Aclaro para no generar rumores el mismo BANXICO maneja un rango inferior del 1.1% muy por debajo de las estimaciones de Hacienda que esperamos corroborar en los criterios generales de política económica del 2025.

Recordemos que el 2023 el Gobierno Federal generó un endeudamiento el cual conlleva un enorme boquete en las finanzas públicas que se pretende corregir el 2025 al consolidar un déficit fiscal de 3 puntos del PIB, cosa no menor.

Traemos un déficit fiscal no visto desde los ochenta y a estas alturas hablar de finanzas sanas es como tratar de reconstruir un huevo roto. La explicación a veces suele ser sencilla, como por ejemplo, el gasto público ejercido en las obras emblemáticas de la 4T no arrojaron resultados promisorios.

Por el contrario, seguirán requiriendo subsidios todo el sexenio que viene al igual que PEMEX y CFE. Dicho lo anterior no debemos perder de vista el comportamiento económico de nuestros vecinos del norte ya que a pesar de los recortes de sus tasas de interés esperan una desaceleración o quizá una recesión económica.

No lo digo yo, sino que es el sentir y pensar de varios organismos públicos y privados que ven aquí, allá y acullá un mundo económico desacelerado por los 4 puntos cardinales.

Prueba de lo anterior, es el sector industrial manufacturero que ha venido cayendo o no creciendo en su habitual ritmo en México y EEUU lo que nos impacta sobremanera en uno de los principales motores, las exportaciones.

No dudo que los ajustes a la baja de las tasas de interés de manera gradual sean un estímulo para la inversión y el crédito, pero sus efectos no son de la noche a la mañana y de no bajar la inflación tendremos dos años venideros bastante volátiles.

Mientras tanto, la secretaria de Hacienda anuncia ajustes en materia de gasto a través del eufemismo de la consolidación fiscal de hasta 3 puntos del PIB que impactaran de lleno a estados y municipios en términos de participaciones federales balde de agua fría para gobernadores y alcaldes.

El apresúrate despacio o Festina Lente en latín que solía usar el emperador Augusto en Roma es una frase que nos cae como dijo el clásico como anillo al dedo con todo el merequetengue al cierre del sexenio a través del ejecutivo y legislativo contra el poder judicial y la división de poderes, vaya vuelta de tuerca.

 Y no se diga las siguientes reformas constitucionales que desaparecen Instituciones, organismos y largo etcétera, que, en vez de ayudar al ambiente para invertir, generar crecimiento y empleo lo que siguen provocando es mayor incertidumbre y desconfianza en el riesgo país.

Como dice Jorge Castañeda, el excanciller el esquema de distribuir sin crecer es insostenible y tampoco las empresas pueden seguir aumentando los salarios mínimos sin ton ni son.

Si la economía y sobre todo la productividad no crece es inviable una reforma fiscal y con esta desaceleración ni la 4T se animaría a perder popularidad ya que las reformas en curso han neutralizado el Nearshoring otra ventana de oportunidad desperdiciada.

Ya lo dice el proverbio bíblico peores cosas han de verse mientras tanto no queda más que alzar la voz y opinar con criterio acerca del México que nos toca vivir.

Vaya lio con este trio, ejecutivo, legislativo y judicial.

HE DIXI

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