Año con año hacemos propósitos que, creemos, nos llevarán a mejorar lo que somos y a construir o reinventar asignaturas que tenemos pendientes de nuestra persona.
Uno de los propósitos que muchas personas hacen es cultivar el hábito de la lectura, hacerlo o aumentar el número de volúmenes consumidos; pero, lo cierto es que al primer libro “gordo” muchas personas pierden la batalla; ya sea que se desaniman por el tiempo que le deben invertir a la actividad o porque tienen poco tiempo para llevarla a cabo.
Es por eso que la mejor recomendación para ellos es que utilicen momentos como el trayecto en el transporte público o los tiempos muertos como los minutos antes de dormir para tomar un texto y devorarlo con los ojos.
Una de las formas más rápidas de fomentar este hábito es tener una lista con todos los textos que se han leído durante el año y no hay mejor manera para avanzar de forma más eficiente en esta meta que con los libros cortos. Aquí te presentamos algunas opciones para que no desistas en el intento de “cultivarte”.
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El Principito de Antoine de Saint-Exupéry
Esta historia para niños suele tener no más de 111 páginas con dibujos que resultan muy fáciles de leer. Además de una anécdota inspiradora y melancólica, sirve para que los niños se acerquen a la lectura y para que los adultos reflexionen sobre la inocencia y curiosidad que han ido perdiendo con los años.
El curioso caso de Benjamin Button de Francis Scott Key Fitzgerald
Este cuento no tiene más de 40 páginas, dependiendo de la editorial que lo haya impreso. Narra la historia que muchos conocieron por medio de la película protagonizada por Brad Pitt, en la que un hombre nace siendo un anciano y rejuvenece cada día hasta que termina convirtiéndose en un bebé.
El Extranjero de Albert Camus
Esta novela que resume la corriente existencialista por medio del relato de un hombre al que ni la muerte de su madre le ocasiona algún sentimiento además de la indiferencia. Puede llevar a tener 90 páginas en sus ediciones más breves, pero es una lectura infaltable para las personas que sienten curiosidad sobre la filosofía y el sentido de la vida.
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Macario de Bruno Traven
Con no más de 100 páginas, el relato trata sobre un hombre hambriento que se oculta de sus hijos en el bosque para comerse un pavo y termina encontrándose con Dios, el diablo y la muerte. Es una de las opciones indispensables para los amantes de la escritura ágil.
Las batallas en el desierto
Un cuento de no más de 80 páginas en las que se habla sobre la vida en el México de los años 60 bajo la óptica de un niño que se enamora de Mariana, la madre de su mejor amigo. Es uno de los clásicos mexicanos más importantes de la literatura.
La octava plaga de Bernardo Esquinca
Un relato que bien podría englobarse entre misterio y terror ambientado en la Ciudad de México. Sigue la historia de un reportero de nota roja que termina enterándose de una conspiración que se ha dado durante miles de años para acabar con la raza humana. Suele encontrarse en ediciones con 170 páginas, pero su lectura es tan ágil que parece de 50.
Dos crímenes de Jorge Ibargüengoitia
Este texto de 1979 no es breve, pues tiene más de 150 páginas; sin embargo, la forma en la que el autor construye la historia resulta dinámica y sumamente divertida. Cargada de ironía y de un contexto muy mexicano, se centra en la vida de un hombre que debe engañar a su familia provinciana a fin de poder escapar de la policía.
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Fuente heraldodemexico.com.mx