Las tecnologías de la información cobran cada día mayor relevancia en la vida diaria de todos seres humanos, y por eso hoy el acceso a ellas es fundamental para evitar que se profundice la desigualdad y la pobreza en el planeta.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) publicó recientemente un informe en el que advierte que las niñas y las adolescentes van rezagadas en un mundo cada vez más digital.
De hecho, estima que en países y regiones de ingresos bajos cerca del 90% de las mujeres jóvenes no tiene acceso a internet, en tanto que sus pares masculinos tienen el doble de probabilidades de gozar de ese beneficio.
Para estimar esta brecha digital de género entre los jóvenes de 15 a 24 años, la Unicef utilizó los datos disponibles sobre el uso de Internet, teléfonos celulares y habilidades digitales en la mayoría de las economías de ingresos bajos, medianos bajos y algunas de ingresos medianos.
De acuerdo al Censo 2020, en México 46.6% de la población no dispone de acceso a Internet en su vivienda, pero en el caso de estados de alta marginación como Chiapas la proporción se dispara a 78.9%. En Sonora, solo el 36.1% de la población no tiene acceso a Internet.
La Unicef advierte que, en estas condiciones, las niñas tienen menos probabilidades de desarrollar las habilidades necesarias para el aprendizaje y el empleo del siglo XXI por falta de oportunidades.
Así, las niñas tienen 35% menos probabilidades que sus pares varones de aprender habilidades digitales, incluidas algunas funciones tan simples como copiar o pegar archivos o carpetas, enviar correos electrónicos o transferir archivos, detalló.
Pero en los hogares existen barreras que son mucho más profundas que la falta de acceso a Internet, aclara el informe, revelando que los hallazgos indican que los entornos educativos y familiares juegan un papel fundamental en la brecha digital de género.
Por ejemplo, refiere que en muchas ocasiones las familias favorecen a los hombres a la hora de otorgarles un celular, dejando así a las jóvenes fuera de la conectividad y el acceso a la tecnología digital que permite ese aparato.
Estos hallazgos tienen implicaciones profundas, ya que el acceso limitado de las mujeres adolescentes y jóvenes a los celulares reduce su capacidad de acceso a la educación, el empleo y otros servicios esenciales críticos para su bienestar.
Por otra parte, la Unicef señala que promover el acceso de las jóvenes a Internet es importante, pero no suficiente para mejorar sus capacidades digitales, ya que la proporción de adolescentes que tienen acceso a Internet en el hogar es superior que la de las que tiene habilidades digitales.
El análisis encontró que en los países y regiones con niveles más altos de discriminación de género, la paridad en las habilidades digitales tiende a favorecer a los varones, por lo que la inclusión digital de las mujeres debe comenzar por el planteamiento de nuevas leyes, actitudes y prácticas fuera del mundo de Internet.
Según el documento, para romper las barreras que frenan a las niñas se requiere una exposición y acceso tempranos a la tecnología, capacitación en habilidades digitales y esfuerzos que erradiquen los estereotipos de género dañinos, sobre todo dentro de las familias, y la violencia en línea.
Por ello, para cerrar la brecha de género, la Unicef recomienda a los gobiernos:
1.- Enseñar habilidades digitales por igual a niñas y niños dentro y fuera de la escuela.
2.- Proteger la seguridad de las niñas en línea a través de espacios virtuales seguros, políticas y leyes, y educación.
3.- Finalmente, promover el acceso de las niñas al aprendizaje entre pares y la observación de trabajos en el mundo digital.