En las próximas décadas, el cáncer se posicionará como una de las enfermedades de más rápido crecimiento y mortalidad en el mundo, y si en México no estamos preparados para hacerle frente, sus efectos podrían ser devastadores económica y emocionalmente.
El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) estimó que en 2022 hubo 20 millones de nuevos casos de cáncer y ocurrieron 9.7 millones de muertes a causa de esta enfermedad.
Señaló que alrededor de 1 de cada 5 personas desarrolla cáncer a lo largo de su vida, y aproximadamente 1 de cada 9 hombres y 1 de cada 12 mujeres mueren a causa de la enfermedad.
De acuerdo con el INEGI, en México el cáncer ocasiona la muerte a más de 840 mil mexicanos al año, ubicándolo como la tercera causa de muerte en el país, sólo detrás de las enfermedades del corazón y la diabetes.
Estas estimaciones del Centro ponen de relieve la creciente incidencia de casos de cáncer, el impacto desproporcionado en las poblaciones desatendidas y la urgente necesidad de abordar las desigualdades de la enfermedad en todo el mundo.
En una encuesta mundial realizada por el Centro sobre cobertura sanitaria y cáncer, se estimó que sólo el 39% de los países cubren aspectos básicos del tratamiento del cáncer como parte de sus servicios de salud básicos.
Además, sólo el 28% de los países participantes cubría la atención a las personas que necesitan cuidados paliativos.
El Observatorio Mundial del Cáncer advierte que 10 tipos de cáncer representan en conjunto alrededor de dos tercios de los nuevos casos y muertes en todo el mundo al 2022.
El cáncer de pulmón fue el más frecuente en todo el mundo, con 2.5 millones de nuevos casos, lo que representa el 12.4% del total. El cáncer de mama femenino ocupó el segundo lugar con 2.3 millones de casos (11.6%), seguido del cáncer colorrectal con 1.9 millones de casos (9.6% del total).
Por otra parte, el cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por esta enfermedad con 1.8 millones de defunciones, seguido del colorrectal con 900 mil decesos y el de hígado con 760 mil muertes.
Las estimaciones mundiales revelan desigualdades sorprendentes en la incidencia de cáncer según el nivel de desarrollo humano de un país. Esto es especialmente cierto en el caso del cáncer de mama.
Las mujeres de los países de Índice de Desarrollo Humano más bajo tienen un 50% menos probabilidades de ser diagnosticadas de cáncer de mama que las de los países de índice alto, pero corren un riesgo mucho mayor de morir de la enfermedad debido al diagnóstico tardío y al acceso inadecuado a un tratamiento de calidad.
Se prevé que en 2050 habrá más de 35 millones de nuevos casos de cáncer, lo que supone un aumento del 77% respecto a los 20 millones de casos estimados en 2022.
El rápido crecimiento, explicó el Centro, se debe tanto al envejecimiento como el crecimiento de la población, así como a la exposición de las personas a factores de riesgo, muchos asociados al desarrollo socioeconómico.
El tabaco, el alcohol y la obesidad son factores clave del aumento de la incidencia, mientras que la contaminación atmosférica sigue siendo uno de los principales factores de riesgo medioambientales.
El impacto de este aumento no se sentirá de manera uniforme en los países. Los que dispongan de menos recursos para hacer frente a sus casos de cáncer serán los más afectados, advirtió el CIIC.
Por ello, es importante que el próximo Gobierno de la República tenga como uno de sus principales objetivos fortalecer al sistema de salud público nacional, pero no con demagogia afirmando que será igual que en Dinamarca, sino con acciones concretas que doten de atención y medicinas suficientes al 100% de los enfermos de cáncer en nuestro país.
Twitter: @gomezreyna