Continuando con los Indicadores de Hermosillo Como Vamos, surge el tema de la movilidad urbana en Hermosillo que aseguran está posicionado como uno de los relevantes en ciudades capitales de millón de habitantes para arriba.
De acuerdo con la Comisión Económica para la América Latina-CEPAL-, contar con buena movilidad urbana es todo un desafío urbano y al mismo tiempo se convierte en una fortaleza para impulsar empleo y crecimiento económico.
Sin embargo, una cantidad mayor de automóviles en circulación en ciudades como la nuestra también implica grandes costos en infraestructura municipal, en combustible y sobre todo problemas ambientales que repercuten de manera negativa en la salud dada la contaminación y mala calidad del aire.
A estas alturas sabemos que hemos priorizado la importancia del automóvil por encima del transporte público y los peatones. Ya desde épocas remotas, destaco desde que Ernesto P Uruchurtu era el regente de hierro allá en los cuarenta y cincuenta ha venido aumentando.
Al menos para el 2030 a la vuelta de la esquina circularan alrededor de 50 millones de carros en el país y Hermosillo no hace malos quesos.
Desde luego acá cometimos el error de premiar y privilegiar el uso del automóvil sea por las grandes distancias, el clima, la carencia de buen transporte público, pero sobre todo la mala o deficiente planeación urbana.
Ya varios especialistas han alzado la voz y señalan que nuestro modelo de desarrollo urbano horizontal no es sostenible en el mediano plazo menos en el largo diría el economista J M Keynes donde todos estaríamos muertos.
Somos la sexta ciudad del país con más embotellamientos y el tercero con mayor tasa de víctimas fatales en siniestros viales por cada 100 mil habitantes y seguimos añadiendo cañas al tercio con la regularización de autos chocolate a nuestras calles y semáforos sin ton ni son.
Se contaba el 2022 con más de 595 mil unidades entre automóviles,69%, camiones,26.6%, motocicletas,4% entre otras modalidades de traslado lo que implica que 7 de cada 10 hermosillenses tienen al menos un carro en su casa.
Sube el cero y no toca ya que solo el 23% de los habitantes hace uso del transporte público y solo el 11% de los capitalinos camina en calles y banquetas que son toda una odisea transitar.
Creo que coincidiremos varios que hay todo por hacer para cambiar inercias no se diga variables de la ecuación de la movilidad bajando o no estimulando más el uso del vehículo privado por encima del transporte público y el peatón.
Los como aseguran los hay ya que hay diagnósticos serios al respecto. Sean los especialistas, los usuarios o los mismos órdenes de gobierno que tendrán que trabajar en equipo con los concesionarios para dar pasos en mejorar la movilidad urbana.
Nuevas rutas, sincronización efectiva, mayor conectividad y unidades, frecuencia, limpieza, tiempos de traslado, costo del boleto, entre otros son variables a revisión y ajuste para ser eficientes y competitivos.
Qué más quisiera uno que todo lo que necesitamos para nuestra vida lo encontráramos sin caminar más de 20 minutos, la frutería, panadería, carnicería, verdulería, etc.
La verdad que hay varias ciudades en el mundo, como Madrid, Lisboa, o Barcelona que lo tienen bien organizado todo en materia de planeación urbana y buenas practicas premiando más las aceras y banquetas que el uso del auto, ah, eso sí, en su mayoría son ciudades verticales con al menos 5 pisos.
Para allá vamos, si mejoras la cultura vial.
HE DIXI