Por Germán Lohr
Muy recomendable resulta revisar el Índice anual del Instituto Mexicano para la Competitividad, IMCO, pues nos muestra el comportamiento del mercado laboral para 2022.
Dicho índice refleja las condiciones de vida y oportunidades laborales donde Sonora destaca en el quinto lugar.
Entre tanto, Sinaloa por segundo año consecutivo ocupa el segundo lugar del ranking seguida por Baja California Sur, Nuevo León y la Ciudad de México como lugares más atractivos para atraer inversión y talento humano.
Estas entidades federativas son las que mejores sueldos y salarios ofrecen a nivel nacional al igual que mayor capacitación lo cual conlleva una menor informalidad beneficiando con ello la brecha salarial en cuestiones de género.
Para darnos una mejor idea los sueldos que se pagan en el norte y noroeste del país rebasan los 10 mil 500 pesos al mes a diferencia del centro y sureste cuyos promedios apenas alcanzan los 6 mil pesos.
No solo tienen mejores sueldos, sino que -en términos de informalidad- están mejor posicionadas ya que, a nivel nacional, seis de cada 10 trabajadores siguen siendo informales a diferencia nuestra de poco menos de cada 4 y del sureste donde la cifra alcanza a ocho de cada 10.
Lo mismo sucede si revisamos a la población mayor de 25 años con educación superior que rebasa el 30% y en entidades del sureste no llega ni al 20% en promedio
En pocas palabras seguimos inmersos en un mercado laboral dual y abismal en términos de ingreso, informalidad y educación lo cual profundiza la brecha salarial de género que en lugares del sureste como Oaxaca rebasa el 24%.
En este sentido, conviene no echar en saco roto las recomendaciones del IMCO tendientes a mejorar las condiciones laborales que hay que seguir muy de cerca.
Entre otras destaco la referente a identificar las necesidades y raíces de la informalidad ligadas sobre todo a empresas que no cumplen con el fisco.
Adicionalmente aquellas que tampoco cumplen con el estado de derecho ni con la seguridad social de los trabajadores lo que genera entornos menos atractivos para atraer talento e inversión a las regiones.
Se recomienda, además, las mejores prácticas para atraer el talento de las mujeres a fin de crear políticas públicas que propicien una menor discriminación.
Mientras tanto, no hay que dejar de lado la recuperación del empleo no solo en cantidad sino en calidad que sin duda requiere de confianza para invertir.
En las condiciones difíciles por las que atravesamos en cuanto a inflación, pobreza creciente, violencia o problemas de logista y falta de suministros entre muchos otros se vuelve más que necesario aprovechar las oportunidades que actualmente se presentan con nuestros socios comerciales.
Recordemos que la informalidad es difícil de maquillar y afecta a más de la mitad de la población ocupada del país al igual que la pobreza laboral que supera el 40% dado los bajos ingresos para cubrir la canasta alimentaria.
Ya es hora que todo lo comentado forme parte de la agenda nacional y de las entidades federativas puesto que lo que nos urge es cambiar la mentalidad de los políticos para empezar y sopesar otros derroteros menos catastróficos.
He dixi.