Está claro que los partidos de oposición en México tienen que aprender a leer esa sociedad a la que alguna vez gobernaron de forma mayoritaria.
En la intermedia se entiende, pero ya seis años después y luego de tantos debates, MORENA se alza con un apabullante triunfo en la elección presidencial.
Claudia Sheinbaum Pardo será la presidenta de México, precedida de una abundante votación a su favor, como si fuera poco el hecho de que será la primer mujer en ocupar el cargo.
La señora se queda además con la mayoría calificada que se requiere para impulsar los profundos cambios constitucionales que se avecinan y de los que ya el propio presidente López Obrador habló en su mañanera de ayer, principalmente la reforma judicial.
Lo del 2018 podría ser apenas la punta del iceberg de lo que realmente sucederá en México incluso antes de la llegada del nuevo gobierno, si como el propio AMLO lo ha dicho, acordará con el gobierno entrante las reformas de septiembre.
En este momento no parece haber mucho margen de maniobra para una oposición disminuida como la que habrá en la próxima legislatura.
Tampoco parece haberlo para los integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que de alguna forma se estarían preparando para el golpe de la 4T.
El problema para magistrados y opositores es que el partido ganador goza de cabal salud frente a los ciudadanos, cuya mayoría o cree en ellos o no les importa lo que pueda pasar porque no piensan que eso les afecte de forma alguna.
Los mercados financieros reaccionaron con nerviosismo ayer, quizá por ello el tono del mensaje publicado ayer por la virtual presidenta electa, prometiendo actuar a partir del diálogo y garantizando condiciones para la inversión privada nacional y extranjera.
Se dio tiempo en el video para darle las gracias a los organismos empresariales que reconocieron su victoria. Nada de eso es gratuito.
¿QUÉ PASÓ EN HERMOSILLO?
Esa pregunta ronda por muchas mesas de café y sobre todo por el comité de campaña de María Dolores del Río, la candidata a la alcaldía de la capital del estado que no pudo arrebatarle a Antonio Astiazarán la oportunidad de permanecer por tres años más en la alcaldía.
Ayer mismo Toño se reintegró a sus labores como alcalde, luego de la victoria obtenida en las urnas.
Pero es una isla el Toño, porque prácticamente todo lo demás que estuvo en juego en Hermosillo lo ha ganado MORENA, por eso hay un impacto en el ánimo del equipo de campaña de la candidata morenista que se quedó en el camino.
DURAZO
El gobernador rinde buenas cuentas a su partido y a la próxima presidenta, con extraordinarios números en la jornada del domingo.
Queda con la voz completa para lo que venga.
¿Y A DÓNDE EL TOÑO?
A estas alturas y viendo los resultados está claro que el único liderazgo sólido en la oposición sonorense será el reelecto alcalde de Hermosillo, lo que pone de su lado todas las canicas si se decide por buscar la gubernatura del estado en tres años.
Él ha aspirado desde hace mucho a esa posición y hoy en día, ninguno de los dirigentes partidistas de oposición tiene argumento alguno para negarle tal posibilidad…pero ya veremos.
LA ALIANZA NO SIRVIÓ
Y ya para finalizar esta tijera, es un hecho que la coalición electoral integrada por PAN-PRI-PRD no funcionó.
Al menos no para la mayoría los candidatos y candidatas que lanzaron, porque casi todos fracasaron.
Fueron los dirigentes nacionales quienes al final salieron ganando algo, porque empezando por Xóchitl Gálvez lo único que lograron fue que la gente les cobrara las añejas facturas que algunos personajes deben desde hace mucho.
El Partido Acción Nacional parece haber sido el menos perjudicado. Eso les da una esperanza de resurgimiento en el mediano plazo, pero solos.