TOMADO DE LA JORNADA
Ciudad de México. Desde el Zócalo capitalino, el presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió a la “oposición conservadora que encabeza Claudio X. González” que no podrá vencer a la 4T mientras insista en gobernar sólo para una minoría y regresar al viejo régimen de corrupción y privilegios.
“Es un timbre de orgullo poder decir a los cuatro vientos desde la principal plaza de la República que nuestro movimiento está más fuerte que nunca y nadie podrá vencerlo”. Aunque recalcó: “No debemos apartarnos de nuestros ideales y principios”, por lo que su movimiento debe sostenerse siempre al lado del pueblo.
En lo que se interpretó como un mensaje a quienes aspiran en Morena y partidos aliados a sucederlo –los seis, presentes entre miles de personas que ayer llenaron la plancha central del país–, el mandatario subrayó: “Si se pretende cambiar una realidad autoritaria injusta y de corrupción, no hay que ser ingenuos, no se va a contar nunca con el respaldo de las élites, y por eso es necesario, por convicción y protección política, aliarse siempre y sostenerse siempre con el pueblo. El no haberse hecho esta reflexión llevó al fracaso a Francisco I. Madero, un hombre bueno, el Apóstol de la Democracia, víctima de la traición de sus propios hermanos de clase y de una pandilla de rufianes”.
En la parte política de su discurso –al conmemorar ayer el quinto aniversario de su triunfo electoral– reafirmó que los opositores se han constituido en una especie de “supremo poder conservador”, caracterizado por el clasismo, el racismo, por actuar como una oligarquía y que busca “regresar por sus fueros” para reinstaurar un régimen corrupto y de privilegios. El gerente de este grupo, subrayó, es el empresario Claudio X. González hijo.
Contrario a mantener esa visión, hizo una recomendación a sus adversarios: “Tan sencillo que sería el que ofrecieran disculpas por todas sus fechorías y sinceramente se comprometieran a cambiar, a no discriminar a nadie, a no humillar, a no engañar ni a robar a los demás”.
Ante un Zócalo a reventar con más de 250 mil personas, de acuerdo con autoridades capitalinas, en un largo discurso de una hora y cuatro minutos, donde hizo también un informe del estado que guarda su gobierno, el jefe del Ejecutivo planteó:
“Como es natural, con el proceso de transformación del país se ha creado una oposición conservadora, obcecada en regresar por sus fueros; sus líderes, sus jefes, no conciben ni aceptan que ahora se gobierna para todas y todos, y no sólo en beneficio de una minoría. Siguen hablando en su demagogia, en su retórica en nombre de la democracia, pero actúan en realidad como una oligarquía, defienden el antiguo régimen de corrupción y privilegio de manera descarada y hasta ridícula. Nos hacen recordar la época de Antonio López de Santa Anna, Su Alteza Serenísima”.
López Obrador dijo que los opositores hablan en nombre de la democracia, pero actúan como una oligarquía. Foto Presidencia.
Frente a miles de personas que a gritos, con pancartas, carteles, banderas, camisetas y hasta el hoy muy popular muñeco que evoca su figura, el amlito, López Obrador resaltó que X. González es apoyado por los traficantes de influencias y por los políticos corruptos de más alto nivel del antiguo régimen.
“A él le obedecen los encargados de los partidos, muchos abogados marrulleros del Poder Judicial, intelectuales acomodaticios y periodistas alquilados o vendidos. Aunque a todos ellos los une el clasismo y racismo, como paradoja, eso mismo los obnubila, les impide aceptar y ver que entre todos los que enarbolamos la bandera del humanismo mexicano, poco a poco fuimos promoviendo un cambio de mentalidad que se consolidó con los hechos de un gobierno guiado por principios, honesto y promotor de la justicia social.”
En el acto, al que se sumaron los funcionarios de su gabinete, los gobernadores de Morena y partidos aliados y las llamadas corcholatas: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco, el tabasqueño destacó que la oposición entienda esa nueva realidad.
Por lo que deben aceptar que el pueblo de México “se ha empoderado y no quiere seguir siendo vasallo de nadie, los reaccionarios de nuestro tiempo cada vez enseñan más el cobre, ofenden la inteligencia de la gente, insultan, actúan con prepotencia, y creen que con campañas de mentiras y calumnias van a reconquistar el gobierno. Tan sencillo que sería que ofrecieran disculpas por sus fechorías y sinceramente se comprometieran a cambiar, a no discriminar, a no humillar, a no robar a los demás”.
Continuó: “No es sentencia ni siquiera adherencia, ni mucho menos amenaza, pero les digo desde el Zócalo, la principal plaza pública de México, poco lograrán si no abandonan su egoísmo y aprenden a respetar y amar a sus semejantes, no llegarán lejos si no comprenden e internalizan que el dinero y lo material es efímero, que la felicidad verdadera está asociada a la bondad y la fraternidad. Mientras no acepten ni apliquen estos preceptos y nosotros los mantengamos y los reafirmemos, nada ni nadie podrá vencemos”.
El Presidente indicó que en el pasado, los opositores del conservadurismo podían imponerse con trampas, el uso de la fuerza y el dinero y la manipulación informativa, lo que “ya no funciona” porque el pueblo ha tomado conciencia.
A sus correligionarios les comentó: “Nosotros no debemos apartarnos de nuestros ideales y principios, y nunca olvidar dos frases pronunciadas por Benito Juárez y Ricardo Flores Magón, que son la esencia misma de nuestros quehacer político: ‘Con el pueblo todo, sin el pueblo nada’ y ‘Sólo el pueblo puede salvar al pueblo’”.
El jefe del Ejecutivo aseguró que lo más humano y eficaz en la nueva realidad política “es mirar siempre, atender siempre y caminar siempre acompañados de la gente”.