La muerte del cantante Liam Payne, exintegrante de One Direction, sigue rodeada de dudas y versiones encontradas.
En un principio, el suceso fue atribuido a un accidente, pero los hallazgos de la investigación han llevado a las autoridades argentinas a profundizar en el caso y la detención de tres personas por su posible relación en el caso.
Payne murió el pasado 16 de octubre tras caer desde el tercer piso de un hotel en Buenos Aires, dejando al mundo de la música de luto y a miles de fans con el corazón destrozado.
Las autoridades locales calificaron el caso como un posible accidente, incluso, las primeras versiones apuntaban a que Payne habría resbalado; sin embargo, con el avance de la investigación, el relato inicial ha dado un giro de 180 grados.
Mientras familiares y amigos recordaban al artista con mensajes llenos de amor en las redes sociales, las autoridades argentinas dieron a conocer los resultados de la autopsia, los cuales arrojaron restos de alcohol, cocaína y antidepresivos en el organismo del artista.
Asimismo, salieron a la luz llamadas, declaraciones y hasta videos que se aseguraba que en sus últimos momentos el cantante habría tenido un comportamiento descontrolado; incluso, habría destrozado su laptop sin ningún motivo aparente.
Este descubrimiento fue un punto crucial, pues motivó a la fiscalía a reconsiderar la posibilidad de que alguien más estuviera involucrado. Pero también puso bajo el ojo público los problemas de adicciones y de salud mental con los que Payne estuvo luchando durante meses.
Fuentes cercanas revelaron a distintos medios internacionales que el consumo del ex-One Direction había aumentado y que en varias ocasiones intentaron ayudarlo, pero por desgracia ninguno de ellos tuvo éxito.
Al mismo tiempo, el padre del joven, Geoff Payne, llegó hasta Buenos Aires para reclamar el cuerpo, agradecer a las fans por las muestras de cariño y colaborar con la policía.
Extraoficialmente, también se manejó que Liam estuvo en compañía de dos mujeres el mismo día que perdió la vida, a quienes se habría negado a pagar por sus servicios, lo que motivó que se pensara en un posible homicidio.
Este jueves pasado, las autoridades imputaron a tres personas. El primero, un amigo de Payne y quien lo acompañó durante toda su estadía en el país sudamericano. La fiscalía informó que dicho sujeto enfrenta cargos por abandono de persona seguida de muerte, así como por suministro de estupefacientes, lo que podría llevarlo a pasar hasta 15 años tras las rejas.
Mientras que los otros dos imputados se tratan de un trabajador del hotel y un supuesto traficante.
Hasta el momento, la investigación sigue abierta, pero el cuerpo del cantante ya reposa en su natal Londres, donde se llevarán a cabo sus funerales en una ceremonia privada que se prevé se realice esta misma semana.