El 16 de julio, una manada de 55 ballenas varadas fue encontrada en la playa de Tolsta, en la isla de Lewis, Escocia. Las ballenas se movilizaban en grupo, por lo que se quedaron varadas en la playa en conjunto al mismo tiempo.
Todas las ballenas eran de la especie piloto, una especie de tamaño pequeño, de alrededor de 6 metros de largo. El portal BBC comentó que al ser encontradas en la mañana del 7, solo quedaban 15 ballenas vivas, ocho de ellas eran adultos.
Distintas ONG animalistas, como la Scottish Marine Animal Stranding Scheme (SMASS), o la British Divers Marine Life Rescue (BDMLR), acudieron a la escena e intentaron de reflotar a las ballenas vivas. Sin embargo, esto fue inútil, las ballenas que reflotaron regresaron inmediatamente a la playa.
La playa de Tolsta era poco profunda, además, el fuerte oleaje complicó el reflote de los cetáceos, explicaron las autoridades locales. Al no tener otra opción, los rescatistas sacrificaron a las sobrevivientes para no prolongar su sufrimiento.