En México, el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia, aunque consagrado en las leyes, se violenta todos los días. Se hace con todas las modalidades de violencia y, lamentablemente, con dolorosa frecuencia sigue ocurriendo con la más cruda y devastadora: el feminicidio.
A nivel nacional, de acuerdo con los números de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, durante 2022 se han registrado 792 feminicidios en México; en enero, se registraron 81 muertes de mujeres bajo esta modalidad; en febrero, 83; en marzo, 76; en abril, 86; en mayo 87; en junio, 90; en julio las cifras de feminicidios reportados por las fiscalías estatales bajaron a 59; en agosto, de nuevo la cantidad subió a 71; septiembre se registraron 79 y en octubre, 80.
De los 792 feminicidios contabilizados a nivel nacional para este año, 21 corresponden a Sonora, donde los esfuerzos por inhibir este delito mediante el castigo a los feminicidas se advierten en las cifras de casos resueltos y sentenciados.
De acuerdo con los datos de la Fiscalía General de Justicia en Sonora, en lo que va de 2022 se han logrado 39 sentencias para castigar a feminicidas que terminaron con la vida de mujeres en este año y anteriores.
¿Qué es el feminicidio y cómo se identifica?
El feminicidio es la muerte violenta de una mujer por razones de género y de acuerdo con la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim), es la forma más extrema de violencia contra la mujer.
En el Código Penal federal se tipifica en el artículo 325 como: “Comete el delito de feminicidio quien prive de la vida a una mujer por razones de género. Se considera que existen razones de género cuando ocurra alguna de las siguientes circunstancias:
- La victima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo.
- A la víctima se le hayan infligido lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida.
- Existan antecedentes o datos de cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar, laboral o escolar, del sujeto activo en contra de la víctima.
- Que haya existido entre el activo y la víctima una relación sentimental, afectiva o de confianza.
- Existan datos que establezcan que hubo amenazas relacionadas con el hecho delictuoso, acoso o lesiones del sujeto activo en contra de la víctima.
- La víctima haya sido incomunicada, cualquiera que sea el tiempo previo a la privación de la vida.
- El cuerpo de la víctima sea expuesto o exhibido en un lugar público.
Y en el Código sonorense en el art. 263 Bis1 se agrega un supuesto: Quien se aproveche del estado de indefensión o falta de apoyo de una mujer que se encuentre sola ya sea por la dificultad de comunicación para recibir auxilio por razón de la distancia a un lugar habitado o porque exista algún impedimento físico o material para pedir auxilio.
La pena en Sonora para un feminicida va de 45 a 70 años de prisión y multa de 2 a 5 mil UMAS.
En Sonora, toda muerte violenta de mujer se investiga como feminicidio
Aun con las restricciones a nivel nacional para calificar una muerte violenta de mujer como feminicidio, el número de feminicidios se ha incrementado en los últimos siete años; pues mientras en 2015 se tipificaron 412 feminicidios, para 2018 los casos se duplicaron y desde 2019 se han contabilizado más de 900 casos anuales de este delito.
De acuerdo con la Conavim, la mayoría de los homicidios dolosos que se cometen contra las mujeres no son investigados con perspectiva de género ni tomando en consideración que podrían tratarse de feminicidios. Muchos de estos delitos son reportados como “homicidios dolosos”.
Sin embargo, no es el caso de Sonora, donde la investigación de toda muerte violenta de una mujer se inicia como feminicidio.
En Sonora, de 2017 al 22 de noviembre de 2022 se registraron 193 feminicidios y en este periodo se han obtenido por parte de la FGJE 205 sentencias condenatorias de parte del Poder Judicial. Desde 2013 cuando se tipificó el delito de feminicidio, 106 sentencias condenatorias en Sonora se han obtenido por procedimiento abreviado, lo cual deriva en justicia más pronta para la víctima y sus familiares.
Ana Paula, una sobreviviente de intento de feminicidio
En septiembre de 2018, Ana Paula salía de su trabajo y se dirigía a su domicilio, cuando fue atacada con gran brutalidad, su agresor la abandonó en un baldío de la colonia Altares en Hermosillo, porque la dio por muerta. Tres años después encontró justicia en la sentencia de 55 años que su victimario, Jesús Abraham “N.”, alias “El Cochito”, recibió por los delitos de tentativa de feminicidio y robo con violencia cometido de noche, en perjuicio de la joven Ana Paula que al momento de la agresión tenía 19 años.
Hoy Ana Paula que tras la agresión perdió la vista y el habla y sufrió paraplejia, ha recuperado 90% de su visión y 70% de su movilidad y mantiene su sueño de convertirse en perito criminalista que estaba estudiando antes de que Jesús Abraham decidiera agredirla hasta casi matarla.
Gladys no corrió la misma “suerte”
Una historia diferente, se vivió este mes en esta misma capital: Gladys de 44 años de edad fue asesinada por haberse atrevido a pedirle el divorcio a Óscar Melchor, su esposo y padre de sus tres hijos. El feminicida apuñaló a Gladys y luego se quitó la vida con un arma de fuego en su propio domicilio en la colonia Villas del Real, donde estaba presente su hija mayor.
De acuerdo con la declaración de la hija, la agresión sobrevino cuando Gladys manifestó su intención de iniciar los trámites de divorcio.
El 25N, una fecha para actuar
Este 25 de noviembre, como cada año, se conmemora la lucha por combatir la violencia contra las mujeres, una lucha que sigue sin tener éxito.
En Sonora hay esfuerzos evidentes por atender este flagelo, pero parece que ni el combate a la impunidad ni los reiterados llamados a hombres y mujeres para detectar la violencia y prevenir las muertes de mujeres por el hecho de serlo, siguen sin rendir frutos.
En 2021, se decretó para la entidad la alerta de género ante la cantidad de hechos violentos y asesinatos contra las sonorenses, pero al parecer este producto por el que tanto se luchó por parte de las organizaciones sociales, no ha sido la panacea.
Si usted es testigo, víctima, o conoce casos de violencia intrafamiliar, en Hermosillo hay un Centro Integral de Justicia para las Mujeres, a un costado del Cereso 1, donde ofrecen asesoría jurídica, psicológica y médica para rescatar a las mujeres que estén en riesgo.