En términos de credibilidad, los partidos políticos siguen estando en la lona, sin excepción.
Sin embargo, son la vía para llegar al poder, salvo las muy contadas excepciones de las candidaturas independientes, que se logran luego de librar una serie de requisitos legales.
Pero no están ofreciendo gran cosa los partidos, ni siquiera están montados en la agenda local ni nacional y mucho menos están teniendo la capacidad de generar temas que los conecten con la gente.
A ver, vamos viendo algunos ejemplos.
El PRI, partido en el poder actualmente en Sonora, no tiene aún marcado un rumbo para las elecciones del 2021, en las que uno supone que darán todo para mantenerse en el poder.
El dirigente estatal, Ernesto de Lucas desarrolla una agenda de temas propios, eventos, cursos, etcétera. Pero no levanta.
Pero es un hecho reconocido en las esferas políticas su lejanía con Palacio de Gobierno, su poca comunicación y casi nula sintonía con la agenda gubernamental.
Y no porque quiera, sino porque no lo dejan, no pertenece al círculo cercano de Palacio y por lo tanto no está en la toma de decisiones en ese lugar.
Los priistas están esperando que les digan por dónde se irán, con quién y cómo.
Ernesto Gándara, a la fecha la más fuerte figura priista para la gubernatura, trabaja en carriles alternos construyendo su estrategia.
Quiere ser candidato con o sin el PRI.
El dirigente nacional Alejandro Moreno, consiguió una modificación a los estatutos del partido que deja en sus manos importantes decisiones, como las candidaturas.
Los optimistas dicen que con eso se les amarran las manos a los gobernadores tricolores y evitan imposiciones. Ya encarrerados, algunos juran que “Alito” lanzará a Gándara.
Yo lo tomaría con más reserva, porque igual y de lo que se trata es de obligarlos a negociar directamente con el líder nacional y vaya usted a saber qué salga de esas negociaciones.
En el PAN que dirige Ernesto Munro tampoco terminan de construir su narrativa ni de perfilar figuras. Las que hay lo hacen por cuenta propia.
Al senador Damián Zepeda ya le reclamaron haber salido en defensa del senador priista Miguen Ángel Osorio Chong, cuando fue uno de los artífices de la debacle del padrecismo en Sonora, promoviendo incluso el encarcelamiento del hijo del exgobernador Guillermo Padrés.
Eso causó división en lo local porque aunque no muy ruidosos, los padresistas ahí están, le siguen siendo leales al de Cananea e incluso tienen poder de convocatoria y capacidad política que en su momento se sentirá.
Ya veremos luego el debate entre los panistas que se quieren deslindar del sexenio pasado y los que sostienen y defienden sus logros.
En Morena hay quienes no han terminado de entender para qué es el poder, no saben cómo se agarra ni de dónde y menos saben administrarlo.
Tampoco anda tan errado el señor secretario del Medio Ambiente cuando dijo que el gobierno de la 4T está lleno de contradicciones.
Tiene razón porque son las contradicciones naturales al agrupar en un gobierno visiones tan distintas y a veces tan antagónicas.
En Sonora prácticamente todas las encuestas ponen al partido del Presidente en primer lugar.
Pero internamente están muy desorganizados, incluso la dirigencia estatal ha estado esperando que en la nacional se pongan de acuerdo y bajen instrucciones y nombramientos, de perdida en la Secretaría de Finanzas.
Alfonso Durazo aparece como el más fuerte y seguro candidato a la gubernatura, pero es hora que no dejan llegar a Adolfo Salazar Razo, gente suya, a la presidencia de Morena y ahí tienen a Jacobo Mendoza (también de Alfonso) haciendo horas extras en lo que se componen las cosas.
Por mucho que tengan en sus manos el gobierno federal, tienen que organizarse.
Ana Guevara no está eliminada, lo dejó claro el Presidente en la mañanera del jueves cuando dijo que las acusaciones contra la exvelocista pudieran estar relacionadas con los tiempos electorales que se avecinan.
Pero además, ella tiene más de una opción, quiere ser candidata por la alianza y si no… Nomás con el PT y ahí no habrá quien le haga sombra.
Pero ella tampoco termina de afinar una estrategia visible para conseguir su candidatura, específicamente del partido que ella dirige, ya no digamos frente a la sociedad. Sus operadores locales son dispersos.
En resumen, no están armados, no están listos, no están organizados, no están teniendo los acuerdos mínimos necesarios para transitar medianamente bien en sus procesos internos… Así están.
No despega
La venta de los cachitos de Lotería con la foto de un avión, nomás no ha podido despegar.
El gobierno federal hace uso de canales alternos, de prácticas ya usadas en sexenios anteriores, echando mano de estructuras alternas para colocar la mayor candidato de boletos posible.
Se supo que bajaron cientos de miles de cachitos a través del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, el SNTE, que obvio terminarán pagando muchos maestros y otros con dinero que transfiere el gobierno a las cuentas del sindicato y este a su vez con eso pagará.