La relocalización de inversiones que vive el mundo (“nearshoring”), sobre todo de compañías que buscan mudarse del Sudeste asiático o Europa hacia Norteamérica, obliga hoy más que nunca a los estados de nuestro país a ser más atractivos para la inversión, es decir, a elevar su competitividad.
Las entidades que no se propongan elevar su competitividad, podrían desperdiciar una oportunidad única para potenciar su crecimiento económico y la generación de empleos formales bien remunerados.
Por ello, cobran especial relevancia los resultados del Índice de Competitividad Estatal 2023, presentados a finales de la semana pasada por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Estos resultados son una herramienta para identificar las fortalezas y debilidades de las entidades y precisamente permiten evaluar qué tan atractivas son para el talento y la inversión a partir de las condiciones de vida y de empleo en ellas.
Este 2023, un total de 10 estados mejoraron su posición, 13 retrocedieron y 9 se mantuvieron sin cambios, entre ellos Sonora que continuó en la novena posición del ranking nacional.
Por otra parte, Querétaro subió dos lugares para ubicarse como la segunda entidad más competitiva del país, solo detrás de la Ciudad de México. En el último año, Querétaro mejoró sobre todo la percepción de corrupción estatal que actualmente se ubica en 64%, lo que es el nivel más bajo entre las 32 entidades federativas.
Quintana Roo fue la entidad que ganó más posiciones al subir 6 lugares en el índice general. Esto fue gracias a que aumentó su productividad, así como la proporción de personas con ingresos mayores al promedio estatal.
En el caso de Sonora, que se mantuvo sin cambios en la novena posición nacional en el ranking general, entre sus fortalezas destacan:
1.- Un fuerte rendimiento académico, ya que el 25% de los alumnos presentan un nivel de desempeño alto en matemáticas, lo que ubica al estado en el tercer lugar nacional en este indicador.
2.- Presencia importante de centros de investigación, esto al contar con un promedio de 2.2 centros por cada 100 mil personas de la Población Económicamente Activa (PEA), lo que en este indicador también ubica al estado en el tercer lugar nacional.
3.- Un amplio plazo promedio de vencimiento de la deuda estatal, el cual es de 19 años, el tercero mejor entre los estados del país.
No obstante, Sonora presenta también indicadores con debilidades importantes que es necesario atender con prontitud, como son:
a) Una alta tasa de homicidios que asciende a 46.8 asesinatos por cada 100 mil habitantes, la quinta más elevada en México.
b) Una fuerte intensidad energética en la economía, ya que se consumen 14 mil 444 kilowatts hora por cada millón de pesos del Producto Interno Bruto (PIB), el tercer nivel más alto del país.
c) También se advierten barreras a la postulación de candidatos independientes, ya que se requieren firmas equivalentes al 3.0% del listado nominal para registrarse como candidato a gobernador, uno de los 10 porcentajes más altos que se exigen a nivel nacional. Finalmente, para impulsar la competitividad en los estados y aprovechar al máximo el “nearshoring”, el IMCO lanzó las siguientes propuestas:
Primero: identificar, desde los órdenes estatal y municipal, las necesidades en materia de infraestructura e insumos para la producción.
Segundo: elaborar una estrategia de atracción de inversiones con una agenda sectorial que considere un diagnóstico de la mano de obra y las condiciones de la economía local, para priorizar lo que más convenga al desarrollo estatal.
Y tercero: desarrollar programas de financiamiento, capacitación y certificación para proveedores locales, de manera que se pueda dar una mayor transferencia tecnológica y beneficios a los emprendedores locales.
