Entre inflaciones te veas, voces latinoamericanas

Resulta gratificante el portal-revista llamado Literal, voces latinoamericanas donde escribe el colega Roberto Salinas León, presidente de la Alianza Álamos uno de los coloquios más importantes en la región de la América Latina.

Destaco su artículo acerca del Nuevo Paradigma de la Inflación Global el cual no tiene desperdicio y hay que leerlo de cabo a rabo ya que como diría Borges la inflación se volvió como la luna, indescifrable y cotidiana.

Excelente narrativa, al señalar el daño ya crónico que la inflación provoca en países como Venezuela, Argentina o Zimbabue y que ha llevado a que la gente prefiera deshacerse de la moneda local.

Eso de gastar en lo que sea para mitigar la merma del poder adquisitivo es algo no visto desde los ochenta y noventa del siglo pasado en países como México con tantas crisis económicas y saltos inflacionarios.

Justamente en este artículo se habla del nuevo paradigma inflacionario global en voz del presidente del Banco de Pagos Internacionales, Agustín Cartens como consecuencia de una tormenta perfecta reciente que vale la pena resumir.

Una tormenta que involucra tres factores, el Covid-19 y su confinamiento, la guerra Rusia-Ucrania con la escasez y súbitos aumentos en alimentos y energéticos o cadenas disruptivas y por supuesto los bancos centrales que inundaron de liquidez al mundo.

Todo junto disparó el proceso inflacionario mundial no visto en décadas tanto en bienes como en servicios de primera necesidad léase, gas, gasolina, granos, frutas y verduras, otros insumos, contenedores, largo etcétera.

Choques de precios en un mar de liquidez dispararon la inflación al principio temporal luego estructural acabándose así, la época del dinero fácil o el de las teorías monetarias modernas que postulaban emitir moneda Ad Infinitum.

Ahora bien, las consecuencias están a la vista y va costar más años resolver este asunto muchas veces olvidado o poco conocido para las generaciones actuales.

Recordemos nuestros trances inflacionarios esa es la moraleja del cuento y hagamos de nuestra memoria histórica el asidero para que las nuevas generaciones o los millenials jóvenes lo tengan presente.

Nosotros crecimos pues con esa forma de ver el mundo en el que el largo plazo era el día siguiente o los interrogantes de que si habría o no devaluación del peso frente al dólar o crisis de fin de sexenio.

Pero para la gente joven estos debates cambiarios de los ochenta son una simple u ociosa curiosidad al no haber una memoria histórica que explique las causas de nuestras crisis.

Hablar de la decena trágica de Echeverría y López Portillo. LEA-JLP, o la crisis del Tequila en 1994 tal vez diga poco a los jóvenes como el quitarle tres ceros al peso, sin embargo, salir del hoyo vaya que ha costado y mucho saber explicarlo.

El hecho de ir bajando escalones esto es, pasar de las decisiones macroeconómicas y financieras a nivel mundial a lo micro económico donde nos movemos terminan afectando lo cotidiano más temprano que tarde

Nomás es cosa de mirarse al espejo y ver las repercusiones de la volatilidad de los granos del 2020 al 2023 en el caso de Sonora que de valer 400 subió a 600 dólares la tonelada de trigo para caer a la mitad en el presente ciclo es para espantar a cualquiera.

Si a eso le agregamos la indiferencia o el desorden nacional con la política agropecuaria y las corcho latas en campaña pues a ver a dónde vamos a parar.

He dixi

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