El 16 de octubre se celebró el día Mundial de la Alimentación proclamado así por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y el Desarrollo-FAO.
Desde 1979 la FAO viene trabajando la temática relacionada con el hambre en el mundo en países ricos y pobres al dar cuenta de la problemática que tiene que ver con la producción, procesamiento y distribución de alimentos.
Si hay algo que nos hermana en el mundo son el desayuno, comida y cena que son a fin de cuentas los rasgos que identifican la cultura culinaria además de que el acceso a la alimentación es un derecho humano universal.
Luego entonces cada año dicho evento se lleva a cabo por lo menos en 150 países donde se habla, pero sobre todo se profundiza acerca de la seguridad alimentaria, la dieta nutritiva, el hambre entre otras cuestiones.
En este 2022 de acuerdo al diagnóstico los asuntos que más han impactado la producción de alimentos no son las semillas ni los fertilizantes, han sido sin duda la pandemia de Covid, el cambio climático y por supuesto los impactos de la invasión de Rusia a Ucrania.
Todos en conjunto han avivado señala la FAO que 10 de cada 100 personas padezcan hambre y 40 de cada 100 no puedan permitirse una dieta saludable lo que conlleva a que 2.4% de la población mundial enfrente inseguridad alimentaria.
Este año será recordado por andar cerca ya de los linderos de una crisis alimentaria mundial, que también se ve reflejada en las alzas en el rubro de alimentos y los fertilizantes no se diga los energéticos.
Por otro lado, el Banco Mundial señala que, así como producimos en México también desperdiciamos y para muestra un botón. Un estudio reciente de 79 productos que consumimos resalta que desperdiciamos entre otros productos, la tortilla, el jitomate, papa, carne de res, mango y en sexto lugar el aguacate.
Tomo como ejemplo la tortilla y el aguacate ya que de casi 10 millones de toneladas de tortillas consumidas al año desperdiciamos casi un 30% esto es alrededor de 3 millones de toneladas y en cuanto al aguacate cada año desperdiciamos el equivalente al 39.8% del total producido.
No se debe soslayar pues que vivimos una época y un contexto complicado recrudecido dos años a la fecha por tantas restricciones de movilidad post pandemia que afectaron a los mercados.
Por si esto fuera poco, tendremos un 2023 quizá más complicado en el país ya que las predicciones económicas las siguen ajustando a la baja organismos como el FMI o el mismo Banco de México.
Lo decía líneas arriba para México no será miel sobre hojuelas ya que si bien nos va andaremos entre el 1 y 1.5% de crecimiento económico. Mientras tanto la ENIGH esto es la encuesta de ingreso y gasto desde el 2020 nos viene diciendo que casi el 50% de los hogares ve con preocupación el rubro de la alimentación.
Y claro está tanto la escasez como la carestía están a la orden del día y no pueden ser detenidas con ninguna mañanera ni estampita de la virgen, más nos vale no descuidar más el sistema alimentario en el país.
Se requiere por supuesto más apoyos al campo dada estas circunstancias si queremos cuidar la seguridad alimentaria ojo sin descuidar la sanidad o la inocuidad parte de nuestras fortalezas que en aras de combatir la inflación las pueden convertir en debilidades.
Ojalá más pronto que después, sigan surgiendo conclusiones de la FAO a fin de poner-léase 4T- nuestras barbas a remojar.
He dixi