El presidente brasileño Jair Bolsonaro planta la cara a sus opositores y advierte que “Solo Dios” lo sacará de la Presidencia.
Enfrentando a quienes no lo quieren en el poder, sentenció que no lo sacarán. En Sao Paulo, dijo a sus seguidores que terminará su mandato “muerto o con victoria, pero no preso”.
Bolsonaro, quien encabezó una movilización en Brasilia, para después trasladarse a Sao Paulo, lleva meses cuestionando la fiabilidad de las urnas electrónicas, que funcionan desde 1996 y lo condujeron a él mismo en sucesivos mandatos a la Cámara de Diputados y a la presidencia en 2018. Sus críticas, sin fundamento, hicieron que el Supremo Tribunal Federal (STF) y la justicia electoral abrieran investigaciones en su contra, lo que incrementó su retórica contra esas instituciones.
Destacó que quiere elecciones limpias y democráticas con conteo público de sufragios.
El Congreso y los tribunales también resistieron el intento del mandatario de introducir el voto impreso como respaldo de un sistema de votación electrónica que, según él, es vulnerable al fraude. El tribunal electoral sostiene que el sistema es transparente y seguro.
Los bolsonaristas, la mayoría sin cubrebocas, se movilizaron con banderas nacionales. Algunos corearon lemas golpistas, otros criticaron a los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff y otros rezaron por el gobernante, quien entre su base electoral cuenta con buena parte de evangélicos.
Sin embargo, aunque tenga muchos seguidores, también hay quienes no lo quieren y hacen manifestaciones con la consigna “Fuera Bolsonaro” y se reúnen hasta en grupos de 25 mil personas.
Esto ha sucedido en Sao Paulo y en Río de Janeiro, donde la aprobación del Presidente va de caída.
Antes de viajar a Sao Paulo, Bolsonaro arremetió contra el STF y dijo que la nación ya no puede aceptar “encarcelamientos políticos”, en referencia a los arrestos ordenados por el juez Alexandre de Moraes, a allegados a su gobierno por financiar, organizar, incitar a la violencia y difundir información falsa sobre las instituciones democráticas del país.
Fuente jornada.com.mx