En los últimos años, dada la relevancia del litio para la transición energética, se observa una tendencia en algunos países latinoamericanos que consiste en buscar la nacionalización del llamado “oro blanco” y crear una empresa estatal para el control de su explotación y producción. Todo, según el discurso político, con el propósito de proteger el mineral ante empresas y países extranjeros y garantizar el beneficio nacional.
En este contexto, el gobierno mexicano no se quedó atrás. El pasado 18 de febrero, el presidente López Obrador firmó un decreto por el que el Estado mexicano será dueño del litio que se concentra, actualmente, en al menos siete municipios de Sonora. AMLO enfatizó que el mineral no podrá ser explotado por otros países, aunque sí se contemplan las asociaciones con empresas privadas y extranjeras, resguardando los derechos de la nación.
Aunque en el ámbito discursivo, la protección del litio parece una acción estratégica, en realidad la experiencia en América Latina ha demostrado que su explotación y producción dependen, en buena medida, del capital e inversión privada, especialmente de la extranjera. Por ello, el gobierno debería tomar en cuenta las experiencias en Sudamérica, algunas de las cuales se enlistan a continuación:
Bolivia. Fue el primer país en aplicar el discurso proteccionista y nacionalizar el mineral en 2008 con la empresa estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB). No obstante, en 2018, YLB inició conversaciones con corporativos chinos, alemanes, rusos y estadounidenses, para industrializar el litio, eligiendo al consorcio alemán ACI-Systems y K-UTEC AG Salt Technologies, alianza que después se disolvería tras la anulación de un decreto que daba paso a la creación de una sociedad industrial mixta. Si bien ese primer intento de Evo Morales no fue del todo exitoso, el gobierno boliviano siguió buscando la inversión extranjera. Así, en enero de este año, se informó que YLB, ya bajo el gobierno de Luis Arce, firmó el primer convenio para la explotación del litio con tecnología EDL (Extracción Directa de Litio) de la mano con el consorcio chino CBC.
Chile. El país ha tenido diversos cambios respecto a la participación del Estado, la inversión privada y la participación extranjera para la explotación del litio. Pese a que el mineral está declarado de interés nacional desde 1979, en 2021, el presidente Gabriel Boric centró su discurso en la creación de una empresa del Estado para realizar la exploración y explotación del litio. Actualmente, la explotación y producción de este mineral se concentra en las operaciones de Albemarle (Estados Unidos) y SQM (Chile), en asociación público-privada con el Estado, lo que podría ser el caso más parecido a lo que podría suceder en México y aquí habrá que poner atención, pues algunos especialistas chilenos han mencionado que, aunque el litio es de interés nacional, no existe una política clara de Estado para su aprovechamiento.
Argentina. La inversión extranjera para la producción del litio está consolidada con 17 empresas procedentes de siete países. La estadounidense Livent y la australiana Allkem Limited son las multinacionales con mayor producción. Sin embargo, en los últimos meses, el gobierno argentino ha manifestado su intención de controlar la cadena de producción del litio. Una de las acciones para lograrlo es la creación de la empresa YPF Litio S.A, que en asociación con la empresa privada argentina Y-TEC, construirá una fábrica de celdas y baterías de litio.
Cabe mencionar que uno de los retos de los países latinoamericanos en la extracción del litio ha sido el proceso de separar el material de otros minerales debido a que este se encuentra en salmueras o arcillas. De ahí que sea necesaria una tecnología especializada. El presidente López Obrador ya aceptó que la extracción del litio en Sonora, que se encuentra en forma de arcilla, representará un desafío tecnológico por lo que, pese al discurso nacionalista que impulsa la 4T, se necesitará la tecnología y experiencia de la que ya disponen la industria privada y la inversión extranjera.
Abrir las puertas de LitioMx a las empresas nacionales y extranjeras, más que un acierto será una necesidad. Solo restará definir de qué manera se hará, cuáles serán las reservas y cómo empatará con la retórica del presidente.
Vienen meses importantes para Sonora, un estado que sigue consolidándose como la promesa energética del gobierno de López Obrador. Si bien hasta ahora la entidad comienza a ganar reflectores en el ámbito industrial, las proyecciones y resultados de LitioMx la podrían colocar como un referente nacional e internacional.
*Extra: Durante la más reciente gira presidencial, el gobernador Alfonso Durazo resaltó el potencial que tiene Sonora en la producción de cobre, un metal que, junto al litio, jugará un papel estratégico para el futuro de la industria eléctrica y automotriz. Sonora es el estado líder en su producción, con actores privados nacionales y extranjeros altamente especializados en el uso de tecnologías y métodos sustentables en la industria minera.