La Encuesta de Ingreso y Gasto de los Hogares en México del INEGI tiene como finalidad darnos un panorama estadístico del comportamiento de los ingresos y gasto de los hogares a nivel nacional.
Aparte arroja información sociodemográfica, ocupacional y de cómo se alimentan alrededor de 35 millones de hogares encabezados en su mayoría por hombres o jefes de familia en un 71% y de mujeres en el 29% restante.
Asimismo, el tamaño promedio del hogar es de 3.6 personas con una edad de casi 50 años por lo que cada dos años se cuenta con esta y más información relevante para la toma de decisiones tanto en los gobiernos como las empresas.
En fecha reciente salió la encuesta con información que abarca desde el 2021 a enero del 2023 la cual por cierto viene suscitando varios comentarios de opinantes y comentócratas.
Como verán esto resulta genial para la actual coyuntura que vivimos así que hay que aprovechar mejor la información del INEGI que debe ser revalorada.
Uno de los intelectuales que ha citado varias veces sus resultados es el ex secretario de relaciones exteriores, Jorge Castañeda en la revista Nexos de julio y agosto.
Y algo que me parece interesante manifestar es el escaso avance del ingreso corriente de los hogares a precios constantes que viene siendo el mismo del 2016, lo que en pocas palabras quiere decir que sigue estancado.
Sin embargo, es justo reconocer para no ser aguafiestas, una ligera reducción del índice de desigualdad conocido como Gini, cuyo coeficiente varió de .45 en 2016 a .40 en 2022.
Razones de esta variación muy similar de economías emergentes son la pensión para adultos mayores y la mejora del ingreso de los hogares más pobres en parte por los programas sociales e incrementos al salario mínimo.
Sin dejar de lado los aumentos en salarios formales por disposiciones laborales del T-MEC, las remesas y el impulso del Nearshoring.
En esta ocasión la ENIGH reporta que 1.7% millones de hogares recibieron remesas de los Estados Unidos que representan el 4.5% del total de hogares, así como el 2.5% del ingreso de los mismos.
Pero bueno, lo importante de esta danza de cifras es que hay que profundizar en las razones del porqué no ha crecido el ingreso familiar en el país. La misma revista Nexos nos dice lo siguiente:
Un ensayo del mes de agosto de Santiago Levy y López Calva trata con detalle este cuestionamiento ya que a querer y no traemos los mismos ingresos del 2016, aunque ellos van más allá y se preguntan qué ¿falló entre 1990 y 2018?
Poco PIB, poca inversión, error de diciembre, devaluaciones, alta inflación, mala educación, mucha informalidad, desigualdad entre norte y sur, baja productividad, onerosas e inflexibles leyes laborales, altas barreras de entrada a pequeños y medianos negocios, entre muchas otras.
Luego entonces tiene razón Castañeda al mencionar que no hay ni hubo en la caja de herramientas del gobierno, ni del actual cuyo lema es primero los pobres, como tampoco de las 5 administraciones anteriores soluciones al respecto.
Es decir, sigue haciendo falta una llave maestra que dé una respuesta contundente a este freno del ingreso, la desigualdad y la creciente pobreza en el país.
Ahora que se acercan las campañas, las oficiales, vale la pena arrancar de nuevo con estas reflexiones ya que es la ocasión propicia para abrir esta caja de Pandora.
Caja por cierto que contiene bienes y males, esperemos que sean los bienes que nos ayuden a cambiar la trayectoria de los bajos ingresos familiares, ya es hora.