La actriz Tori Spelling no bebe agua por temor a que la envenenen

Tori Spelling, conocida por su papel en “Beverly Hills 90210”, volvió a captar la atención con revelaciones sorprendentes en su podcast “MisSpelling”.

Esta semana, la actriz de 51 años admitió que “odia el agua” y que evita consumir cualquier líquido que le sirva otra persona por temor a que la envenenen.

“No bebo agua. Y cuando digo que no bebo agua, es que no consumo ni una gota”, aseguró.

Spelling comparó su resistencia con la de un cactus: “¡Nadie sabe cómo sigo viva! Soy como un cactus. Solo riéguenme de vez en cuando y de alguna manera sobrevivo. Pero le tengo aversión”.

Explicó que su paranoia la lleva a sospechar que sus bebidas podrían estar contaminadas, por lo que prefiere las que vienen en lata. Incluso relató un episodio reciente con su exmarido, Dean McDermott, quien le ofreció un vaso de Ginger ale, y ella pensó que le había puesto “algo”.

“Soy la hija de Aaron Spelling, hola”, dijo, aludiendo al legado de su fallecido padre, el famoso productor de series como “Dinastía” y “Los Ángeles de Charlie”, a quien describió como “el creador de la narrativa dramática”.

Cuando McDermott le cuestionó, diciendo: “Eres la madre de mis hijos. ¿Por qué querría envenenarte?”, ella respondió: “No es personal. Pienso esto sobre todo el mundo”.

Según Spelling, este miedo tiene raíces en su infancia, cuando su madre, Candy, le daba medicamentos mezclados con jarabe de Coca Cola.

“Yo le decía: ‘¿Qué pusiste aquí? ¿Qué me estás dando?’ Y ella siempre decía lo mismo: ‘¿Qué, crees que estoy tratando de envenenarte?’… Esto se remonta a mi infancia”, narró.

“Este miedo loco e irracional a que otras personas me den líquidos… No bebo agua. No digo que tengo miedo al agua, simplemente me gusta decir que odio el agua. Le tengo alergia”, insistió. Madre de cinco hijos —Liam (17), Stella (16), Hattie (13), Finn Dave (12) y Beau Dean (8)—, confesó que solo se forzó a beber agua durante sus embarazos: “Lo hice porque tenía que hidratar a la guagua que crecía dentro de mí. Pero en mi mente, pensaba: ‘Estoy bebiendo por ella, no por mí'”.

Spelling admitió que el agua le genera rechazo físico: “Puedo beberme una copa de vino en dos segundos, no hay problema. Pero tomo unos sorbos de agua y trago con cuidado, y de repente siento que tengo ganas de vomitar”.

En su lugar, prefiere Ginger ale y Dr. Pepper Light, bebidas que calificó como “mi pasión”.

Según explicó a Page Six, su elección refleja su estado emocional: “Si me ves, sabes por lo que estoy pasando, porque si tomo una Dr. Pepper Light, entonces estoy prosperando. Como si todo marchara bien y yo estuviera arrasando”.

En cambio, señaló: “Si tengo un Ginger ale en la mano… las cosas están estresantes”.

No obstante, reveló que ha estado “tratando” de incorporar agua de coco, cuyo sabor “le gusta”.

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