Antes que otra cosa felicitar a COPARMEX, Sonora por el excelente foro denominado “IDEAS EN MOVIMIENTO” celebrado recientemente con bastante éxito y convocatoria en la capital sonorense.
Un evento en el que circularon y rebotaron las ideas no se diga el conocimiento que viajo de arriba –abajo y de lo general a lo particular a través de académicos y especialistas muy acreditados.
Se tocaron diversos temas como el cambio tecnológico, la confrontación China-EEUU, las elecciones del 2024, resiliencia, democracia, Nearshoring y las oportunidades para México entre otros.
A manera de resumen bordaré acerca de las tecnologías disruptivas particularmente de la inteligencia artificial (IA) que ya está entre nosotros en diferentes campos de nuestra actividad económica.
Se dice con razón que esta nueva ola está revolucionando la manera de hacer negocios al cambiar tanto la forma de producir como la manera de procesar los bienes y servicios.
Luego entonces habrá negocios o actividades que crezcan, otros que desaparezcan lo cual sin duda viene a trastocar para empezar los mercados laborales en muchos sentidos.
Claro está que los impactos de esta no serán igual para todos ya que mucho dependerá del giro, tamaño o cultura organizacional de las empresas.
Hay algunas cuyas tareas operativas son susceptibles de ser desarrollada por robots o maquinas autónomas como la rama automotriz, aeroespacial no se diga los servicios financieros y las telecomunicaciones que hacen uso de ella.
La IA sigue avanzando con rapidez ya que décadas como la actual traen velocidad de crucero en cuanto a innovación y la tecnología prácticamente no descansa ni de día ni de noche.
Trabajos en línea, montajes, que son rutinarios, repetitivos se hacen con IA cuya eficiencia o precisión está fuera de duda. No son los únicos ya que los autoservicios, las compras en línea con la pandemia de COVID aceleró dicha tendencia.
Ya las atenciones a clientes son gestionadas por chatbots o asistentes virtuales, cajeros y empleados de tienda siguen desapareciendo, afectando de manera desigual a las regiones de Sonora.
Aquella frase de Carlos Fuentes es una realidad,” años en que no pasa nada y años en que pasa todo” justamente como estos están impactando a tirios y troyanos.
En economías grandes y emergentes como la nuestra las tendencias son irreversibles, aunque se perderán más empleos de los que se creen de momento, cada vez más se van a requerir especialistas o expertos en tecnología.
Lo reitero, el gran reto de la tecnología disruptiva tiene que ver con la velocidad y el tiempo de implementarla para hacerla nuestra. Trabajar con mayor creatividad desde el arranque del sexenio que viene permitirá acelerar las oportunidades de negocio, educativas y de capacitación para el trabajo.
Lo digo por el momento del famoso friend o nearshoring cuya ventana de oportunidad tiene fecha de caducidad diez años quizá y que no solo se trata de exenciones fiscales únicamente sino de revalorar el capital humano.
Por otro lado, hay que reconocer que hay profesiones creativas y artísticas que son menos propensas a ser sistematizadas pero que al igual que la educación y la salud deben estar atentas a la disrupción tecnológica.
Música, escritura, diseño, pintura, entre otras al igual que médicos, maestros, enfermeros, terapeutas son profesiones que habrán de crecer en las próximas décadas no se diga la atención para los adultos mayores.
El cuidado para adultos mayores son empleos también difíciles de automatizar y con el fenómeno demográfico actual de menos niños y más ancianos hay chamba asegurada de aquí al 2050.
Creo que este es uno de los grandes temas de la agenda que viene gane quien gane las elecciones del 2024 habrá de enfrentarse con este asunto de capital importancia.
HE DIXI.