Las celebraciones modernas rinden tributos a fechas, personajes, lugares, objetos y alimentos entre otros, por ello hoy es la ocasión para celebrar al sándwich con un día mundial.
Este es sin duda uno de los platos más populares y variados en el mundo; se consume en casas, escuelas, restaurantes, parques y tiene un sinfín de recetas de cómo prepararlo y convertirlo en algo más que un bocadillo para calmar el hambre.
Tiene su origen en el siglo XVIII por el nacimiento del IV Conde de Sándwich, el inglés John Montagu, quien era un gran aficionado a las partidas de cartas y de la buena cocina, por lo que, para no ensuciar sus naipes envolvía la carne en dos rebanadas de pan, surgiendo así lo que hoy conocemos y degustamos.
A pesar de que John Montagu, fue un hombre importante en su época, hoy su nombre se recuerda por el bocadillo que solía comer, tanto es así que la palabra sándwich figura en el diccionario de la Real Academia Española desde 1927.
Algunas de las preparaciones más comunes de los sándwiches son:
Mixto: El clásico sándwich de jamón, queso y mantequilla entre dos rebanadas de pan.
De albóndiga: Se trata de rebanadas de pan en cuyo interior hay albóndigas de carne acompañadas de queso amarillo y cualquier otro elemento que sea del gusto del comensal.
El club sándwich: También conocido como club house, es un sándwich que tiene cuatro rebanadas de pan y entre ellas hay jamón, queso, huevo, tocino, lechuga, tomate, cebolla y salsas; se suele acompañar con una ración de papas fritas.
El cubano: A diferencia de los anteriores este bocadillo se elabora con 2 panes tipo baguette, jamón cocido, queso suizo, carne de cerdo asado, mostaza y aceite de oliva.
Sándwich de atún: Se elabora con 2 rebanadas de pan de molde, mayonesa, tomate, lechuga y atún.
Fuente diainternacionalde.com