Desde la prisión donde se encuentra recluido de por vida por distintos delitos, Joaquín Guzmán, El Chapo, presentó una queja ante el director del Buró Federal de Prisiones, BOP, y funcionarios de la prisión ADMAX Florence, por las condiciones de su reclusión.
Quien fuera el líder del Cártel de Sinaloa, denunció que tiene revisiones constantes dentro de la celda para evitar su fuga, cámaras que lo vigilan en todo momento y que las cartas que recibe son revisadas de manera minuciosa.
Asegura que este trato lo ha perjudicado en su salud, tiene dolores de cabeza, pérdida de la memoria, calambres musculares, estrés y depresión.
El Chapo Guzmán dijo que el trato que recibe es cruel e injusto y le causa problemas psicológicos y de salud; agregó que “a menudo me quedo con hambre” porque le sirven poca comida.
El excapo denunció que se le ha negado la atención médica aunque el aire extremadamente caliente de la celda en la que está afecte la ventilación por varios periodos durante la noche, hasta cinco veces.
Joaquín Archivaldo Guzmán fue sentenciado por diez cargos relacionados con el narcotráfico y está en una prisión de Colorado, donde pasa casi todo el día en una celda que tiene una pequeña ventana por donde la pasan la comida. Está en una zona de alta seguridad para presos por terrorismo en la Unidad H.
Guzmán solo puede salir a una jaula que está en el patio durante tres horas a la semana para que pueda ejercitarse; tiene prohibido el contacto con otros reclusos y ningún empleado puede hablarle. Las personas con quienes puede comunicarse son su madre, sus hijas gemelas y su hermana, en llamadas supervisadas.
Cuando El Chapo está con su abogada Mariel Colón Miró, debe estar esposado de pies y manos, como indican las Medidas Administrativas Especiales, SAMS, para reos de alta peligrosidad.
La queja que interpuso Guzmán Loera fue en octubre de 2021 y espera que sea respondida hasta el 15 de junio y se realice una audiencia el día 7 de julio.
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Su abogada añadió que también es deseo del exnarcotraficante aprender inglés ya que los programas de televisión que llega a ver en prisión solo tienen programación en tal idioma, mismo que no entiende; pero se le negó material para que aprenda de manera autodidacta, así como que un profesor le dé clases en persona.
El Chapo también pidió una escoba y un trapeador para limpiar la celda y no respirar el “polvo excesivo”, pero el penal no le respondió.
Fuente lopezdoriga.com