El 28 de febrero de 2020 se daba a conocer el primer caso positivo de Covid-19; virus que surgió en Wuhan, China a finales de 2019 y que se expandía por el mundo como pandemia.
Un hombre de 35 años que viajó de Italia a México fue el primer paciente en el país, después, como avalancha de nieve, como sucedió en muchos países, se saturaron los hospitales, se impusieron medidas restrictivas que afectaban la salud, el empleo, la economía y la vida cotidiana como la conocíamos.
En su momento, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, informó en una conferencia mañanera que el residente de la capital había estado en contacto con un infectado en el país europeo, por lo que tuvo que ser hospitalizado en un nosocomio privado, al presentar síntomas que describió como los de un “catarro”.
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Los traslados no se interrumpieron y, aunque se aplicaron medidas para evitar contagios, el virus hizo lo suyo, aún con el primer caso positivo aislado en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, Indre.
Aunque muchos no lo pensaran así, el Covid-19 resultó ser más fuerte que un resfriado, que una grave enfermedad respiratoria y sí, en cambio, un mal de rápida transmisión que sigue enfermando y matando a miles de personas en todo el mundo.
El 11 de marzo fue cuando se decretó la pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud, OMS, cuando el virus SARS-CoV-2 ya se había internado en países, ciudades, hospitales y viviendas.
Se impusieron horarios restrictivos, se cancelaron las clases, luego se llevó a intentar un sistema educativo inédito a por medio de internet; se clasificaron las actividades como esenciales y no esenciales, se cancelaron eventos masivos, comenzó el aislamiento.
Después llegaron las variantes, las vacunas, los resultados de estudios que indican cómo tratar de controlar al virus que sigue cobrando vidas, saturando por temporadas centros de detección y ocasionando un caos en los lugares a donde llega y se instala.
A la fecha se contabilizan alrededor de 318 mil muertes y alrededor de 5 millones 506 mil casos positivos; esas son las cifras oficiales; de quienes se han atendido en instituciones privadas o no han recibido atención médica solo hay estimaciones y víctimas.
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Las medidas para evitar el contagio siguen siendo las mismas: uso correcto del cubrebocas, lavado constante de manos, mantener la sana distancia, aplicarse la vacuna creada para combatir al virus y que los síntomas sean menos severos… Pero esto no ha terminado, aunque haya países que levantaron las medidas y estén dispuestos a convivir con el virus que, dicen, llegó para quedarse.
Fuente publimetro.com.mx