Después de la marcha en protesta por los índices de violencia y feminicidios en Sonora y el país, que no cesan, grupos de mujeres organizadas irrumpieron la noche del domingo en las instalaciones del Poder Judicial del Estado, en Hermosillo.
La seguridad física y material no fueron suficientes para contenerlas y que ingresaran al recinto judicial y realizaran pintas, causaran destrozos de cristales y macetas e incendiaran documentos oficiales.
La semana previa se convocó por redes sociales y diversos medios a una marcha pacífica para rechazar la violencia de género que ha terminado en feminicidios de mujeres de todas las edades.
La niña Fátima, de siete años; la joven Ingrid a manos de su pareja sentimental en el centro del país, y la comandante de la Policía Municipal en Guaymas, Lesly Edith son solo tres nombres de una larga lista que espera justicia a sus muertes, así como un sinfín de nombres que mujeres que no han sido violentadas y revictimizadas por las autoridades de todos los niveles.
El punto de reunión fue el edificio de Museo y Biblioteca de la Universidad de Sonora rumbo al centro de la ciudad para terminar, literalmente, en el centro histórico de Hermosillo, donde se encuentra la representación de los tres poderes que, en teoría, deben proteger a las mujeres.
Con pancartas, lonas y con consignas como “Señora, no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente”, las manifestantes piden parar los feminicidios.
Las pintas que dejaron las mujeres, hartas de la violencia y de la inseguridad en sus casas, en las calles y en los poderes del Estado señalan los nombres de las víctimas y consignas como “Y mi justicia” y “Quiero vivir”.
Cabe señalar que para el próximo domingo 8 de marzo se tiene programada una segunda marcha que demanda la aplicación de medidas que brinden la certeza de las mujeres de sentirse seguras en los espacios públicos y privados, y no morir por cuestión de género; además del paro nacional previsto para el lunes 9 de marzo en todo el país.