Uno de los eventos deportivos más esperados es el Super Bowl LVI; de hecho, es el evento favorito más importante del futbol americano que debería realizarse el domingo 13 de febrero; justo dentro de un mes.
Pero la amenaza de los emparrillados es, una vez, más, la cuarta ola de Covid-19 que azota a todo el mundo y convocar a un evento masivo de tal magnitud sería riesgoso tanto para la salud de los deportistas, como de los seguidores y del personal encargado de la organización.
Son 14 las escuadras que buscarán llegar al duelo por el Vince Lombardi, el cual está programado para darse en la Ciudad de Los Ángeles en un recinto que protagonizará este partido por primera vez después de casi 30 años, por lo que este evento se vislumbra como uno de los más espectaculares por lo que este lugar puede traer en cuanto al nivel de audiencia se refiere.
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Pero el coronavirus no perdona y ya se piensa que podría cancelarse el evento, como sucedió en los años 2020 y 2021, independientemente de que se trate de una actividad al aire libre.
Además del riesgo de contagios está también el surgimiento de nuevas variantes como la Delta y el Ómicron que tanto han afectado a la población de Estados Unidos, que es uno de los países con más casos desde que surgió la pandemia, a finales de 2019.
La única situación que podría modificarse es la sede del evento. Y es que, dado el aumento de casos positivos en el Estado de California, los encargados de la organización del partido no descartan mover este enfrentamiento al AT&T Stadium, hogar de unos Dallas Cowboys que, curiosamente, accedieron a la ronda de comodines dentro de la Conferencia Nacional.
Fuente heraldodeportes.com.mx
