Aunque la Coordinación Estatal de Protección Civil en Sonora reporta saldo blanco luego de la tormenta de arena y viento, tipo monzón, que se presentó en la región Guaymas – Empalme la tarde del jueves, la dependencia informó que las afectaciones materiales son cuantiosas y su titilar Armando Castañeda Sánchez, aclaró que es imposible prever este tipo de fenómenos que no dan señales anticipadamente como sucede con otro tipo de eventos naturales.
Este tipo de “fenómeno perturbador”, que registro rachas de hasta 100 km/hr, explicó, se debió al aire caliente combinado con celdas de tormenta que generalizan vientos fríos, los cuales al combinarse generan rachas de fuertes de viento.
“El monzón es muy difícil de que los radares los detecten, porque son lluvias y tormentas que se generan en muy corto periodo de tiempo, entonces ese aire caliente, más las celdas de tormenta con vientos fríos, tuvieron un desplazamiento violento”, explicó.
El funcionario dijo que se trabaja de manera coordinada con los tres niveles de gobierno para restablecer la situación en la región de Guaymas-Empalme, ya que fueron los municipios con mayores daños.
“De acuerdo a los datos compartidos por la Comisión Federal de Electricidad, tras la tormenta resultaron afectados 55 mil 162 usuarios”, dijo.
Armando Castañeda estima que en las próximas horas quede restablecido el servicio de energía eléctrica en un 90 por ciento en Guaymas y Empalme; agregó que el turismo en San Carlos continua de manera habitual y las vialidades se encuentran en óptimas condiciones.