La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares del 2021, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Inegi, reveló que, durante ese año, 31.4% de las mujeres de entre 15 y 49 años de edad tuvieron un parto o cesárea y fueron víctimas de violencia estética.
La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México reveló que tres de cada diez mujeres en el país son víctimas de este tipo de violencia de género que es normalizada y muy invisibilizada.
Las formas en que se presentó fue por tratamientos médicos que no habían sido autorizados: 23.7% en cesáreas y casi 17% en partos.
La sentencia por el caso Britez Arce y otros vs. Argentina emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que reconoce por primera vez la violencia obstétrica como una forma de violencia basada en el género, es relevante para nuestro país.
Esto es porque debido a que tal derecho había sido reconocido en determinaciones no jurisdiccionales como la Recomendación 05/2019 sobre las “violaciones al derecho humano de las mujeres a una vida libre de violencia obstétrica” emitida por esta CDHCM.
También se incluyen las intervenciones médicas forzadas o que son coaccionadas y con tendencia a patologizar los procesos reproductivos naturales, así como intervenciones médicas forzadas o coaccionadas y en la tendencia a patologizar los procesos reproductivos naturales.
Para ello tendría que respetarse y garantizarse que se desmantelen las estructuras institucionales y culturales que han violentado históricamente a mujeres y personas gestantes en ejercicio de sus derechos reproductivos, ya sea en el ámbito público o privado.
Fuente jornada.com.mx