Pocas horas antes de la celebración del Domingo de Ramos, con lo que inician de lleno las festividades de la Semana Santa, el papa Francisco, abandonó el Hospital Gemelli en Roma.
El líder de la iglesia católica podrá ser parte de las actividades propias de esta fecha. Debido a su internamiento por una enfermedad respiratoria en días pasados, y su respectivo tratamiento, había la inquietud de que no pudiera asistir.
Al abandonar el nosocomio, el papa de origen argentino bromeo con la frase “Sigo vivo”.
El religioso de 86 años ingresó al hospital de Roma el pasado miércoles por haber presentado problema para respirar; recibió antibióticos por vía intravenosa y su estado de salud mejoró, reportó El Vaticano.
Debido a la evolución de su estado de salud es que podrá presidir la misa del Domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro, así como la misa de Pascua que se realiza el 9 de abril al aire libre.
Otra de las actividades que tiene programada es la misa del Jueves Santo en una prisión juvenil de Roma.
Cabe mencionar que, mientras estuvo en el hospital, el Papa tuvo un gesto conmovedor con una pareja de romanos; su niña de 5 años murió la noche del viernes y el Francisco le dio palabras de consuelo a su madre, quien lloraba con su cabeza colocada en el pecho del religioso.
En un recorrido que hizo por el hospital, el Papa firmó el yeso que tiene un niño en su brazo cuando él se lo mostro. También bautizó a una bebé, a cuyos padres les dijo que si iban a alguna iglesia les dijera que él ya la había bautizado.
Al salir del nosocomio en un auto por una puerta lateral, Francisco quiso pasar y detenerse en la parte de enfrente, donde aguardaban los periodistas interesados por su salud y recuperación; a ellos dijo que admira mucho a la gente que trabaja en este lugar, elogió su paciencia para tratar a los pacientes volubles, que se ponen así con la enfermedad.
Fuente vanguardia.com.mx