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“El Jefe de jefes”, Félix Gallardo, por salud, va a prisión domiciliaria

por Staff Sergio Valle

Miguel Ángel Félix Gallardo, conocido como “El jefe de jefes”, de 76 años de edad, presenta graves problemas de salud que serán atendidos en la prisión domiciliaria que le ha sido concedida por el mismo motivo.

Quien fuera el líder del Cártel de Guadalajara ha pasado más de treinta años en prisión, hasta el lunes 12 de septiembre. Su expectativa de vida es mínima.

Un juez determinó cambiar la medida cautelar a Félix Gallardo, quien está en prisión desde abril de 1989 en el penal de Puente Grande en Jalisco, debido a su avanzada edad y a su estado de salud.

El excapo está en la cárcel por cohecho, delitos contra la salud, acopio de armas y por participar en el secuestro y homicidio del agente de la DEA, Enrique -Kiki- Camarena, y del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar.

No obstante, la Fiscalía General de la República (FGR) impugnó la decisión y espera que se frene la salida del capo con el recurso que presentó para este fin.

De acuerdo con José Antonio Pérez, director General de Prevención y Reinserción Social, los estudios que se le practicaron al “Jefe de Jefes” mediante peritos oficiales y privados determinaron que su estado de salud es muy delicado, inclusive su expectativa de vida es mínima.

Félix Gallardo, quien fuera uno de los capos más poderosos del país, tiene estragos de neumonía, vive conectado a un tanque de oxígeno y no puede caminar por mucho tiempo; debe moverse recargado en las paredes.

Además, el también apodado “El Padrino” ha sido operado en ocho ocasiones por distintas hernias; ya perdió la visibilidad de un ojo y según sus abogados, se está quedando sordo y está perdiendo la sensibilidad en algunas partes del cuerpo.

Daniel Espinosa Licón, presidente del Poder Judicial de Jalisco, señaló que las autoridades federales le concedieron el amparo para que termine lo que le queda de condena en su domicilio; lo anterior tras el peritaje que se le hizo y por la gravedad de sus enfermedades. Afirmó que las expectativas de vida que tiene son de tres años.

Al irse a prisión domiciliaria, habría elementos que resguarden el sitio donde esté los ocho años que le quedan para purgar su condena de 37 años; los custodios se dispondrían por parte de la Dirección de Reinserción Social o por la Fiscalía del Estado.

Fuente heraldodemexico.com.mx

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