En la sesión del martes 6 de diciembre, una de las últimas que tendrá la Cámara de Diputados antes de iniciar las vacaciones de invierno, los legisladores mexicanos discutieron un tema polémico y trascendental: la reforma electoral propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La propuesta del mandatario federal es reducir el número de legisladores y de financiamiento a los partidos políticos; cambiar el nombre del Instituto Nacional Electoral y que los consejeros del organismo sean propuestos para su elección.
Este dictamen también busca eliminar los institutos electorales locales, la implementación del voto electrónico y que las consultas ciudadanas sean vinculantes si consiguen el 33 por ciento de participación.
No obstante, pese a las negociaciones y propuestas sostenidas en el manejo del tema de la reforma electoral, Morena no logró convencer al PRI de que apoyara la reforma y no alcanzó la mayoría calificada de las dos terceras partes, por lo que habrá que esperar eP plan B del que habló López Obrador en su conferencia de prensa mañanera esta semana.
La reforma electoral recibió 269 votos a favor, 225 en contra y una abstención; es decir, no alcanzó la mayoría calificada, por lo que el proyecto fue desechado. Se necesitaban al menos 329 votos.
El diputado y dirigente nacional del PRI, ‘Alito’ Moreno, desafió las presiones y expuso que el presidente López Obrador no va a convertir al Poder Legislativo “en una ventanilla de trámite”, al criticar que se le permitió cambiar “ni una coma, ni una letra”.
En respuesta, el coordinador de Morena, Ignacio Mier, afirmó que “pasamos de una mafia del poder a una mafia electoral. No se engañen, lo que anima verdaderamente, lo que hay detrás de todo este ejercicio de demagogia, de mentiras que han utilizado esta tribuna, no es la expresión genuina de una coalición que quiere la democracia en beneficio del pueblo”.
Fuente heraldodemexico.com.mx y elfinanciero.com.mx