Una jueza de control impuso la medida cautelar de prisión preventiva justificada a las seis personas detenidas por la muerte del empresario Iñigo Arenas Saiz.
Actualmente la Fiscalía mexiquense investiga la muerte del empresario como un homicidio doloso.
Tras una audiencia de más de 10 horas en juzgados de control del Centro Penitenciario de Reinserción Social de Tlalnepantla, la juez tomó su determinación al considerar que existe riesgo de fuga y de obstrucción del proceso.
No obstante, concedió a los detenidos la duplicidad del término constitucional para decidir si los vincula o no a proceso, lo que ocurrirá el próximo martes a las 9:00 de la mañana.
Carlos Daniel ‘N’, Eduardo ‘N’, Ana Karen ‘N’, Aritzi Abril ‘N’, Cecilia Mariana ‘N’ y Ana Karen ‘N’, todos trabajadores del bar ‘Black Royce’ de Naucalpan, fueron las últimas personas que vieron con vida al empresario, luego de que éste llegara al local a bordo de un taxi después de las 3:00 de la mañana del domingo 6 de agosto.
Las defensas de las cuatro mujeres y los dos hombres alegaron que los detenidos fueron torturados física y psicológicamente. Dijeron que sus clientes acudieron voluntariamente a prestar su declaración y que luego se les dijo que estaba detenidos, que fueron incomunicados, torturados y amenazados.