Hay mucha información recorriendo las venas y arterias de la economía nacional lo que resulta difícil a veces escoger de que hablar y escribir o digamos profundizar.
Hace algunos días trate el tema de la balanza comercial agropecuaria la cual presentó un superávit de alrededor de 5 mil millones de dólares al cierre del primer semestre del 2023 con datos oficiales de la SADER.
Una excelente noticia sin duda, sin embargo, aquí conviene aplicar el dicho aquel del gozo al pozo ya que como se sabe, hay controversias en materia de importaciones de granos transgénicos en puerta.
Cabe mencionar que Estados Unidos y Canadá gozan de mejores ventajas comparativas y competitivas que nosotros en lo referente a granos no así en hortalizas y frutas o varios productos agroindustriales que nos han hecho famosos como la cerveza y el tequila.
Por lo anterior, resulta lógico abordar justamente el tema del maíz transgénico y las controversias suscitadas por un decretazo de la 4T, varias veces modificado, prohibiendo su importación al país.
Pero bueno, la reflexión que viene a cuento tiene que ver con lo que sucederá en el panel acordado dentro del T-MEC que se aboca a manejar esta enredosa situación.
Por supuesto que no es ni ha sido la única que se ha presentado a lo largo del tratado simplemente mencionamos que desde el 2021 a la fecha hemos tenido, aranceles, salvaguardas en el renglón automotriz, energético, lácteos, etc.
Ahora bien, como esta del maíz transgénico no la ha habido considerando que podría durar hasta 10 meses en el mejor de los casos y no los 180 días acostumbrados.
De tal manera que por allá en 2024 cuando este el proceso electoral en ambos países surja alguna decisión que según especialistas nos obliguen a pagar entre 4 y 20 mil millones de dólares.
Estos montos mencionados por los senadores de los estados afectados como Iowa o Nebraska son cantidades difíciles de digerir para nuestras maltrechas finanzas publicas ya que en realidad no hay muchos argumentos para ganar.
Es por ello que el Consejo Nacional Agropecuario. CNA- ha dicho que este asunto no debería entrar o ser catalogado como un tema de política comercial sino debe ser de carácter técnico-científico
Este tema recordemos lleva ya al menos tres décadas en el mundo y tan solo hace una fue tema de preocupación en torno a la salud en Europa pero que al no haber conclusiones o evidencias científicas fue desechado.
En pocas palabras, no sabemos en qué van a parar estas misas o controversias, aunque lo único cierto es que va acarrear más problemas.
El gobierno de Biden estima que el caso del maíz transgénico afecta alrededor de 750 mil productores amén los subsidios adicionales que tendría que pagarles por las afectaciones en sus cosechas.
En México, prácticamente un resultado adverso nos pondría a parir chayotes no solo por las posibles indemnizaciones sino por los futuros aranceles, salvaguardas, reglas y largo etc. a nuestros productos de mayor valor agregado.
Si a los más competitivos o sea frutas, hortalizas, o agroindustriales como el tequila y la cerveza entre varios más.
Lo mismo sucedería con nuestras cadenas alimenticias afectadas tanto al consumidor final como a productos que utilizan este insumo como los lácteos, carnes, aves, huevo, entre otros.
Pero qué necesidad diría Juan Gabriel andar emitiendo decretos que pongan patas arriba nuestra relación comercial al ser el segundo país de destino después de China de las exportaciones de Maíz y por igual de nuestras exportaciones.
HE DIXI.
