Las niñas y adolescentes de Sonora tendrán acceso a productos de higiene menstrual en sus centros escolares para que vivan una menstruación digna, al haberlo aprobad de manera unánime los diputados del Congreso del Estado.
Legisladores sonorenses aprobaron la iniciativa de ley que adiciona disposiciones a la Ley de Educación del Estado, en materia de gestión menstrual, misma que fue dictaminada y aprobada en la Comisión de Educación y Cultura, que integran Rosa Elena Trujillo, Beatriz Cota, María Jesús Castro, Alejandra López, Iram Leobardo Solís y Prospero Valenzuela.
Previamente, la bancada de Movimiento Ciudadano, que integran Jorge Russo, Ernesto de Lucas, Natalia Rivera y Rosa Elena Trujillo, presentó ante el Pleno la iniciativa de menstruación digna que propone incluir el derecho al acceso de insumos de gestión menstrual para las niñas y adolescentes en la educación básica, con un enfoque de derechos humanos y de igualdad sustantiva.
Dicha propuesta surgió en el Cuarto Parlamento de Mujeres del mes de marzo y establece el derecho al acceso de insumos de gestión menstrual para las niñas y adolescentes en la educación básica en la entidad, espacios sanitarios limpios, funcionales y seguros; así como la enseñanza sobre salud y gestión menstrual en las escuelas.
La diputada Rosa Elena Trujillo señaló: “Tomando como referencia las recomendaciones ginecológicas, sostiene la necesidad de cambiar las toallas sanitarias o tampones cada cuatro horas durante el ciclo menstrual. Por lo que podemos concluir que, en promedio, las mujeres utilizan de 20 a 30 toallas sanitarias o tampones al mes, o 300 al año, o de 10 mil a 15 mil piezas a lo largo de la vida. De ahí que, 26 mil pesos sería el gasto promedio en toallas sanitarias a lo largo de la vida si se considera que el precio es de dos a tres pesos por cada una; o 30 mil tampones si se considera que el precio promedio es de cuatro pesos por cada uno”.
La legisladora destacó que menstruar no es opción y que, la gestión menstrual no es igual para todas las personas; es decir, la desigualdad social, la falta de información, no tener acceso a los insumos necesarios, la falta de acceso al agua y a espacios dignos para el aseo, son condiciones que colocan a las mujeres en mayor vulnerabilidad; por lo que es innegable que las condiciones socioeconómicas antes mencionadas pueden derivar en una situación de pobreza menstrual.
Aunado a esto, debe considerarse que la pobreza menstrual es un problema de salud pública, que recrudece la desigualdad, genera discriminación y violencia.
Agregó que en su trayectoria como docente universitaria conoció la historia de muchas mujeres que encontraban como única opción, ausentarse en los días de su periodo.
Foto: Congreso del Estado
Trujillo dijo además que Hermosillo, la capital de este Estado, es una zona urbana donde se pensaría “que eso no pasa”, hay niñas y adolescentes usando migajón de pan para absorber su periodo menstrual.
Por lo que, reconoció a quienes generan redes de apoyo para dignificar las condiciones de vida de muchas personas en condición menstruante como Visible Sonora, Kybernus y Lex Feminae.
De igual manera, agradeció la participación y preocupación en este tema por la ponencia de Rebeca Gutiérrez que en su ponencia indica: “ante el tabú y la vergüenza de hablar de la higiene menstrual, en nuestra sociedad se oculta un serio problema de salud pública”, y de Reyna Cristina Benavides del colectivo “Las brujas del mar”, quien puntualiza en su presentación del Cuarto Parlamento de Mujeres que “la menstruación no es opcional, ni un lujo; si no se garantiza que todas las personas puedan acceder el derecho a vivirla con dignidad, entonces es un privilegio”.