La duquesa de Sussex, Meghan Markle, reveló en un artículo publicado en The New York Times que en julio pasado experimentó un aborto.
“Era una mañana de julio que comenzaba como cualquier otro día: prepara el desayuno, da de comer a los perros, tómate las vitaminas, encuentra ese calcetín perdido. Me hice una coleta antes de sacar a mi hijo de su cuna. Después de cambiarle el pañal, sentí un fuerte calambre. Me dejé caer al suelo con él entre mis brazos, tarareando una canción de cuna para mantenernos a ambos tranquilos. La alegre melodía contrastaba con mi sensación de que algo no estaba bien. Sabía, mientras abrazaba a mi primogénito, que estaba perdiendo al segundo”, narra la esposa del príncipe Enrique de Inglaterra, ambos radicados en Estados Unidos.
La pareja, separada de la realeza británica se ha propuesto llevar una vida lo más cercana a la normalidad que les sea posible y han compartido detalles de la misma.
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La exactriz destaca en su texto la importancia de una pregunta amable como “¿estás bien?”, recordando así a un periodista que se dirigió a ella en una gira por Sudáfrica el año pasado.
A partir de esa pregunta puede evaluarse, señala la autora, si verdaderamente estamos bien, cómo nos enfrentamos a las situaciones cotidianas de los días que al parecer comenzamos bien y se van desvirtuando por un diagnóstico, una noticia, las acciones de quienes están en nuestro entorno y advierte que esta pandemia de Covid-19 “nos ha dejado más solos que nunca”.
Sobre su aborto, Meghan señala que muchas mujeres lo sufren de manera espontánea y sigue siendo un tema tabú del no se habla.
Respecto a la pandemia, Markle escribe que la nueva normalidad nos ha hecho ocultar los rostros con mascarillas pero a la vez, nos obliga a mirarnos a los ojos, a mirarnos realmente como los seres humanos que somos.
Fuente elpais.com