Vale la pena sopesar que una de tantas razones por la que no crecemos económicamente en el país es por la falta de innovación y desarrollo dado el poco apoyo y presupuesto tanto público como privado.
Baste revisar los datos que arroja el Índice Mundial de Innovación 2022 para darnos una idea del retroceso que nos cargamos en el sexenio de la 4T al observar que vamos en caída libre.
Este índice anual revela justamente cuáles son las economías más innovadoras del mundo y al mismo tiempo que están haciendo en esta materia valorando lo bueno, regular y malo de sus políticas públicas.
En esta ocasión se ofrece una visión de conjunto post pandémica -léase Covid-, que arroja estancamiento y baja de productividad mundial la que ya se está combatiendo en unos países más que en otros.
En 2022 las economías más innovadoras del mundo siguen siendo las avanzadas donde Suiza -por doceavo año consecutivo- ostenta el primer lugar, seguida por Estados Unidos, Suecia, Reino Unido y los Países Bajos.
Hay otros como China que se acerca a los 10 primeros lugares y Turquía y la India entran dentro de los primeros 40 lugares por primera vez. En el caso de México ocupa la posición 58 detrás de Chile y de Brasil en la América Latina.
En pocas palabras vamos para atrás ya que perdimos tres posiciones desde el año pasado no solo por la pandemia sino por el escaso apoyo gubernamental a la ciencia y a la tecnología no se diga grillas internas en el Conacyt, despidos de investigadores y otras razones.
Mientras tanto, es importante mencionar que el Índice de Innovación es de lo más completo ya que mide cómo andamos en capital humano, infraestructura e instituciones, desarrollo de mercados y patentes, marcas, diseño industrial entre otros factores.
Del informe de este año hay que observar con lupa el proceso de cambio tecnológico de economías avanzadas y algunas emergentes como la India y Turquía no se diga el ascenso de China y Canadá.
Digamos que gran parte del proceso de cambio de los próximos años tendrá que ver con el desempeño de las 25 economías más innovadoras sin descuidar el desempeño de algunas emergentes como la India y Turquía.
Por supuesto que hay varias sinfonías inconclusas en países similares al nuestro que hay que ver y valorar para conocer que están haciendo en materia de promoción e investigación en ciencia y tecnología.
En cuanto a México, en lo particular, hay que elevar la voz y pugnar por mayores apoyos presupuestales a la ciencia y a la tecnología sobre todo la relacionada con la cadena de suministros y el Nearshoring sectores con alto potencial de crecimiento de aquí al cierre del sexenio.
No omito señalar que hay otros sectores como la salud, energías limpias y la alimentación, esta última reclama amplios apoyos en cuanto actividades primarias se refiere ahora tan vapuleadas con el asunto de bajar la inflación.
Lo reitero vale la pena sopesar este rubro de la innovación y desarrollo que vaya que tiene que ver con el estancamiento y la baja productividad que venimos arrastrando desde hace décadas y que quieren darle su tiro de gracia presupuestal.
He dixi.