Dice un refrán popular que no hay que meterse en honduras ni yendo pa´Guatemala lo que significa para el caso del presente artículo, que no voy a profundizar en la situación del campo mexicano en el sexenio de la 4T.
Eso si nos sumergiremos en las aguas de nuestro comercio exterior para ahondar en la balanza comercial agroalimentaria durante el primer semestre del 2023 que comprende las exportaciones e importaciones agropecuarias y agroindustriales.
De acuerdo con datos de la SADER (Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural), ligamos ya 9 años consecutivos de superávit comercial y este primer semestre cerramos con 5mil 300 millones de dólares.
Después de 31 años de tratados comerciales, TLC, TLCAN y T-MEC rondamos ya los 28 mil millones de dólares de exportaciones las más altas a la fecha, cosa nada menor.
El país es un gran exportador y al mismo tiempo importador sobre todo de los Estados Unidos y en menor medida de Canadá, Asia y Europa y tan solo este semestre importamos alrededor de 22 mil millones de dólares, la mayoría de granos y oleaginosas.
Prácticamente el 62% de lo que exportamos son hortalizas (21%), bebidas (22%) y frutas (19%), casi un empate técnico podríamos argumentar en estos rubros que en algunos casos suelen ser volátiles en cuanto a precios y cosechas.
Dentro de estos tres grupos por valor económico de producto o mercancía en primer lugar destacan las exportaciones de cerveza, seguidas por las Berries, el tequila, el aguacate, jitomate en quinto lugar y luego el pimiento, pepino, melón, sandía, etc.
También tienen su importancia, el ganado bovino en pie, los aceites, el café, la calabaza, el chile entre otros lo cual nos da una idea de la influencia e importancia de las exportaciones mexicanas allende la frontera.
Según estudios del Banco de México la influencia de las frutas y las verduras en el mercado norteamericano es muy grande al influir no solo en el gusto sino incluso en los precios internos.
he ahí muchas de las controversias y disputas con los agricultores de la Florida y California.
Y es que el BANXICO asegura que 8 de nuestros genéricos van al mercado de los Estados Unidos en un 90% esto son el jitomate, la cebolla, chile, lechuga, aguacate, limón, piña y plátano. De que tenemos complementariedades las tenemos.
Por otra parte, en cuanto a cereales se refiere aquí es donde la puerca tuerce el rabo ya que somos grandes consumidores de maíz, trigo, avena, arroz, frijol y soya y en la gran mayoría somos deficitarios sino es que en todos.
Hablamos de soberanía y seguridad alimentaria, pero requerimos importar estos granos que son básicos para la dieta diaria de los mexicanos tanto lo reitero para el consumo humano como para el industrial.
A la fecha, la caída de precios de los granos en este año luego de las alzas hace dos años o más con la guerra de Rusia y Ucrania nos traen en jaque sobre todo a los medianos productores del noroeste y norte del país.
En cuanto a garantizar mejores precios y apoyos al campo el gobierno de la 4 T no ha dado pie con bola al no poder garantizar mejores precios que hagan rentable al campo, vaya tarea pendiente para la futura administración federal.