Con información de El Sol de México
Un rezago de más de mil 500 expedientes por revisar y aprobar con proyectos de infraestructura de todo el país, tiene la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), que no han sido liberados -o siquiera elaborados- y sin los cuales no es posible iniciar trabajos de construcción, lo que desincentiva la inversión privada y la generación de empleo.
De acuerdo a información de la propia dependencia, entre septiembre de 2022 y febrero de 2023, la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) recibió 4 mil 178 proyectos para la aprobación de sus respectivos Manifiestos de Impacto Ambiental (MIA), requisito para cualquier obra de infraestructura.
Del total de proyectos presentados, la dependencia ha resuelto solo 63 por ciento y el resto están “atorados” en un escritorio violentando los plazos que la ley otorga.
Luisa María Albores, titular de la Semarnat, ha anunciado un progresivo recorte de personal desde 2019, lo que coincide con la acumulación de expedientes, así como la reducción presupuestal que tuvo al inicio del presente gobierno, con un impacto negativo directo en la inversión privada que está siendo afectada y con ello la generación de empleos.
Un estudio, al que tuvo acceso el periódico El Sol de México, ha detectado que actualmente hay mil 545 obras de infraestructura que carecen de la aprobación de la licencia MIA, que es un trámite cuyo propósito es identificar y prevenir los potenciales daños ambientales de un proyecto de infraestructura o una actividad industrial.
La Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente vigente indica que la resolución sobre el impacto ambiental de una obra debe ser otorgada en un periodo no mayor a 60 días hábiles. Los retrasos de estos mil 500 expedientes rondan en los 200 días en promedio.
El problema fundamentalmente radica en los proyectos privados, pues en el caso de los proyectos de gobierno y especialmente del gobierno federal, la resolución es más ágil: 81 por ciento de los gobiernos locales ha recibido ya su MIA y 72 por ciento de los proyectos federales.
El rezago principal está en los proyectos provenientes de la iniciativa privada, con los que el tiempo que se toma la Semarnat para responder termina por desincentivar la inversión, pues la respuesta llega entre 611 y 753 días.
En cambio, para las obras emblemáticas del gobierno como el Tren Maya, el Tren Interurbano o plantas de CFE, las respuestas llegaron entre 36 y 55 días.
Retrasa rezago inversión y generación de empleo: Camimex
El tema no es menor, tiene impacto sobre la operación de diferentes industrias, como la minera, ya que estos retrasos imposibilitan la inversión y el desarrollo de nuevos proyectos, incluso en aquellos que van encaminados al impulso de las comunidades, como es el caso de la construcción de parques eólicos.
La Cámara Minera de México (Camimex) reportó en septiembre de 2021, que con el retraso de 18 permisos se ponía en riesgo una inversión de dos mil 800 millones de dólares en el país.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, uno de los problemas que pudiera estar frenando la eficiencia de la Semarnat es la reducción de personal que desde 2019 se redujo en mil 800 puestos y aunque el presupuesto de la dependencia se ha incrementado en los últimos dos años, al inicio de este gobierno disminuyó unos seis mil 500 millones de pesos.