Atando Cabos

Por Alejandro Romero*

Nada es para siempre… menos el “superpeso”

Los “aplaudidores” del obradorato festejan al llamado superpeso como el máximo logro del Gobierno de la 4T, pero la triste realidad es que le están quemando incienso a un ídolo con pies de barro.

Nada es para siempre, y menos el “superpeso”, cuya fortaleza está alimentada con esteroides.

¿A qué se debe que el tipo de cambio esté por debajo de los 17 pesos, su nivel más bajo desde 2015? Son básicamente 3 factores:

1. Las altas tasas de interés. Desde finales de 2021, el Banco de México (Banxico) aplicó aumentos pronunciados y sistemáticos a las tasas de interés, esto como medicina amarga para combatir la inflación en nuestro país. Actualmente la tasa de referencia en México está en 11.25%, mientras que en EU es de 5.25%. Por lo tanto, el capital especulativo está trayendo sus dólares a nuestro país para aprovechar el rendimiento de esas altas tasas.

2. En 5 años se han duplicado las remesas. De 2018 a la fecha, las remesas que envían los paisanos que trabajan en Estados Unidos se han duplicado al pasar de 30 mil a más de 60 mil millones de dólares. El aumento de las remesas es reflejo del fracaso de la política económica del Gobierno actual, ya que implica la salida de miles o millones de paisanos que no encontraron oportunidades de trabajo en nuestro país. Aún así no falta el morenista que las festeje como logro de Gobierno.

3. Las exportaciones industriales. Este año, las exportaciones mexicanas alcanzarán una cifra récord de 600 mil millones de dólares. Esto no es gracias al Gobierno actual, sino a los gobiernos neoliberales que tanto repudia el presidente López Obrador y que fueron los artífices del Tratado de Libre Comercio para América del Norte. Gracias a este acuerdo hoy México es uno de los mayores productores automotrices del mundo y con la relocalización de las inversiones o nearshoring, esto seguramente se reafirmará de manera natural.

Gracias a estos 3 factores, es que preveo que en el corto plazo el dólar barato continuará al menos de aquí a fin de año. Pero en el último trimestre de 2023, las cosas podrían comenzar a cambiar y el tipo de cambio bien podría deslizarse a cerca de los 18 pesos.

No hay que perder de vista que el principal factor coyuntural o “esteroide” que ha propiciado el llamado superpeso son las altas tasas de interés, pero el problema es que esto no durará para siempre.

Hasta el momento se prevé que en la segunda mitad de 2023, la Reserva Federal de Estados Unidos aumente en dos ocasiones más sus tasas de interés, lo que reducirá el diferencial de tasas entre ese país y México.

Además, hasta el momento también se prevé que a finales de año el Banco de México pudiera comenzar a reducir las tasas de interés en México, sobre todo si la inflación sigue mostrando una tendencia a la baja y en especial si la economía mexicana comienza a mostrar signos de desaceleración o recesión.

Estas dos situaciones harían que en la recta final de 2023 el tipo de cambio comience a deslizarse nuevamente a los 17 pesos, y dependiendo de la velocidad e intensidad con que se den las cosas, podría rozar incluso la barrera de los 18 pesos.

Pero las mayores amenazas para el superpeso estarían en 2024.

Una vez controlada la inflación, el Banco de México no tendría motivos para mantener altas las tasas y éstas regresarían a niveles más “normales” de entre 9 y 8%, lo que reduciría drásticamente el diferencial con Estados Unidos y eliminaría el incentivo que tienen los capitales de corto plazo para permanecer en nuestro país.

Por otra parte, las elecciones presidenciales en Estados Unidos y México se van a cruzar el próximo año y serán de las más rudas de la historia.

En caso de que el candidato republicano se llame Donald Trump o Ron DeSantis, los ataques contra México, los migrantes y las remesas, se van a intensificar y como sucedió en la campaña donde ganó Trump, los dimes y diretes podrían elevar el nerviosismo en los mercados.

También si la elección en México da tufos de “fraude de estado” y se propicia desde el poder la inestabilidad política para dar continuidad al actual régimen de la 4T, entonces aguas, porque el superpeso podría ser una mera anécdota.

En escenarios conservadores, el tipo de cambio podría retornar en 2024 a los 19 o 20 pesos, pero en escenarios de alta volatilidad e intensidad política como los que comentamos, entonces el dólar podría alcanzar sin problemas sus anteriores niveles récord de entre 22 y hasta 25 pesos, según sean el tamaño de las amenazas y propuestas radicales que ronden en las campañas presidenciales de ambos países.

Por lo tanto, quien pueda aprovechar el superpeso y salir de compras o de viaje hágalo ahora, y a los que festejan este momento coyuntural como el principal logro económico de la 4T, valdría la pena que lo pensaran mejor, ya que en breve esto se les podría revertir.

*El autor es economista y experto en estadística.

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