La presa Abelardo L. Rodríguez en Hermosillo podría ser cancelada y para compensar la falta de esta obra hidráulica se construirían tres más en puntos arriba de su ubicación geográfica, lo que implicaría vender y urbanizar por completo el Vado del Río de Hermosillo, según reveló el gobernador Alfonso Durazo Montaño.
Durante su participación en el Segundo Congreso Interamericano de Suelo, Agua y Agrobiodiversidad, celebrado este miércoles en Cajeme, el mandatario sonorense reveló que como parte del Plan Hídrico de Sonora con el que busca solucionar los problemas de agua durante los próximos 50 años, se analiza la posible cancelación de la presa principal de la capital sonorense, pues asegura que hace décadas que no aporta una gota para el consumo humano de los hermosillenses.
“La presa Abelardo L. Rodríguez de Hermosillo está ya en el corazón de la ciudad, después de 75 años de uso está completamente azolvada y tiene un espejo muy amplio de agua, que se evapora año con año sin aportar una gota de agua a la capital del Estado”, dijo.
Agregó que “arriba de esta, está El Molinito, que es una presa de 30 millones de metros cúbicos de capacidad y que siempre está llena porque tiene la definición de ser una presa de control, pero que de igual forma no aporta ni un solo litro de agua a Hermosillo”.
“En cambio -dijo- tenemos un acueducto de la presa El Novillo (Independencia) que lleva entre 20 a 30 millones de metros cúbicos de agua a la capital, si le diéramos uso a esa presa (El Molinito) podríamos dejar el acueducto como un recurso de emergencia y aprovechar óptimamente el agua de la presa el Molinito, pero tenemos que hacer al menos una cosa: cancelar la presa Abelardo L. Rodríguez y continuar el desarrollo urbano del Vado del Río de Hermosillo”.
Durazo Montaño detalló que al cancelar la presa Abelardo L. Rodríguez, se liberarían mil 750 hectáreas de terreno que ya se encuentra en el centro de la ciudad.
La propuesta, precisó, es hacer un fideicomiso para comercializar y orientar el desarrollo de la capital, como sucedió con el Paseo del Río y con el recurso que se obtenga construir tres presas “arriba del Río Sonora y San Miguel”: una en Las Chivas, otra en Sinoquipe y otra Presa del Sol, “cada una con un acueductito hacía Hermosillo.
Como la propuesta la hizo en Cajeme, generó aplausos de la concurrencia, desde hace años inconforme con la operación del Acueducto Independencia que conduce agua de El Novillo hacia la red de la capital sonorense.
La revelación ha generado gran revuelo en la opinión pública, pero no ha habido más información sobre las dudas que surgen con ella.